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Fuego Cruzado. Parte II

» Capítulo 64 «

Fuego Cruzado. Parte II

Madie se despertó algo aturdida, había dormido demasiado... al instante escuchó los gritos de Demon y Clay provenientes del pasillo y de algún modo supo que era el momento de actuar. Metió sus pies en unos tennis y avanzó sigilosamente hasta la habitación de Abril.

— Por fin me voy a deshacer de ti mi querida Abril —Susurró—

Desconecto rápidamente las maquinas que mantenían con vida el cuerpo, esperó algunos minutos para observar que no se registrara ningún signo de vida... sonrió al haber ejecutado su macabro plan y abandonó la habitación rápidamente.

Cuando pretendía ingresar de nuevo al cuarto de Demon un hombre armado la intercepto agarrándola por el cuello con tanta firmeza que la dejo inmóvil. Demon alcanzó a divisar la escena, pero no intervino... sin un arma no era mucho lo que podía hacer; espero algunos minutos a que se la llevaran rogando que no lo vieran para poder ir a por sus armas.

Cuando Alexz volvió a mirar hacia adelante perdió de vista a Dominic y escucho pasos a los lejos — ¡Alexz! ¡Vamos! Él la traerá contigo, o acaso ¿Quieres que te maten?

Las pisadas cada vez estaban más cerca y Clay solo esperaba la decisión que Alexz tomará... dos segundos después ella lo halo hacia el cuarto del que más cerca estaban y ambos se recostaron en la pared intentando contener el aire. Esperaron algunos segundos hasta que las pisadas se alejaran — Tenemos que salir de aquí Alexz — Susurro

— No puedo dejarla aquí, yo sé que quieres protegerme y de verdad te lo agradezco, pero no puedes pedirme que confíe en él.

— Él sabe lo importante que es Abril para ti, jamás dejaría que nada le pasara.

— Abre los ojos Clay, él no es nada de lo que dices. Lo único que le importa a Demon es su pellejo. Esta mierda no se trata de ti o de mi... es su maldito infierno. Deja que arda junto con él.

Las palabras de Alexz sacudieron su interior, algunas veces ella lo confundía... algunas veces podía sentir que lo amaba, pero en ese justo momento su interior destilaba odio... y aunque no podía negar que tenía razón en muchas cosas, él no podía abandonarlo simplemente así... su agradecimiento y lealtad eran más grandes que nada.

— Está bien, iremos por tu madre y saldremos de aquí todos... incluyéndolo.

Alexz resoplo, pero a esas alturas solo quería sacar a su mamá de cualquier enfrentamiento. Clay abrió con cuidado la puerta y se percató de que no hubiera nadie... avanzaron de nuevo por el pasillo, el silencio reinaba en la casa así que debían evitar a toda costa realizar cualquier tipo de mal movimiento o estarían en problemas.

Cuando por fin ingresaron a la habitación de Abril, Alexz notó la ausencia de Demon — ¡Te lo dije!, no está aquí.

Clay prefirió guardar silencio y apresurarse a sacar a Abril del lugar — Vigila que nadie venga. — Ordenó. Ella asintió y se quedó al pendiente de la puerta.

Él se acercó lo suficiente y notó que algo no iba bien... trato de guardar la calma, pero sus manos empezaron a temblar al darse cuenta de que toda lo que le brindaba una vida artificial a la madre de Alexz básicamente ya no estaba conectado a su cuerpo. Un nudo se formó en su garganta y sin poder creerlo posó una de sus manos en la mejilla del cuerpo sin vida de Abril.

— ¿Alexz? — artículo casi que sin sonido.

El tono casi inaudible de la voz de Clay la alcanzó y giro su cabeza... él la miro con los ojos cristalizados mientras el negaba. Se agarró la cabeza y corrió hasta la cama donde reposaba el cuerpo, las lágrimas se deslizaron por sus mejillas una tras de otra mientras ella se aferraba con fuerza a su madre... ninguna palabra salió de su boca, todo a su alrededor se hizo borroso y dolor era tan insoportable que sentía como pecho se cerraba.