Inevitable. Parte ll

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» Capítulo 34 «

Inevitable. Parte ll

—Bajo ninguna circunstancia dejen sola a Alexz, en caso de que algo no salga como está planeado deberán sacarla del lugar.

Alexz alcanzó a escuchar la orden tan explícita que Deyken les dio a sus hombres y de algún modo era dulce sentir que era importante para alguien que apenas y la conocía, pero en su cabeza ya tenía su propia regla; sin importar que el plan fallara no dejaría a su madre, aunque le costara la vida.

Camino hasta la habitación y se sentó en la cama sin soltar el arma de sus manos, le dio un vistazo a su alrededor; por un momento imagino tener una vida diferente. Dejo caer su cuerpo en el colchón y cerró los ojos deseando con todas sus fuerzas que todos los acontecimientos que la perseguían fueran mentira. Si tan solo ella pudiera llegar a casa, encontrar a su madre cocinando y ¿Por qué no? También podría tener novio. Alexz solo quería ser una chica del común con problemas estúpidos por resolver como el dilema de tener que escoger entre dos atuendos cual se pondría; una sonrisa se dibujó en sus labios y levanto el arma para verla con detenimiento — En lugar de eso tengo un arma.

Deyken seguía en la sala con sus hombres repasando las rutas trazadas en el mapa que recorrerían cuando ya tuvieran a Abril en su poder, el plan era simple; ingresarían a media noche con una autorización falsa, no usarían ningún tipo de arma dentro de la clínica en caso de ser necesario ejercerían la fuerza bruta y doparían a quien los descubriera.

En la parte trasera de la clínica se estacionarían tres autos con cuatro hombres armados que custodiarían una ambulancia con un médico previamente contratado por Deyken quien cuidaría que Abril mantuviera signos vitales. La trasladarían al aeropuerto para posteriormente llevarla en el Jet privado mientras que Alexz, él y Conor se irían en el Helicóptero que los estaría esperando en el edificio donde los había dejado. Nada podía salir mal.

....

Clay estaba frente al volante, recorrieron las calles más deplorables de la ciudad — No pensé que Owen llegaría tan bajo. Se mofo Demon.

— ¿Qué esperabas?, el hombre está arruinado.

Las calles estaban atestadas de basura, los locos, borrachos, drogadictos las recorrían de arriba abajo y no paso mucho para que encontraran la casa donde Owen se hospedaba. Golpearon la puerta pero no obtuvieron respuesta — Cúbreme. Ordenó Demon.

Clay se dispuso a vigilar que nadie viniera y Demon embistió la puerta derribándola de una patada levantando tanto polvo que al aspirarlo lo hizo toser — ¡Vamos!

Entraron pero todo estaba en completa oscuridad, desenfundaron sus armas y se dividieron para evitar que Owen huyera. — Que pocilga. Se quejó Demon al sentir el hedor a comida podrida.

Voltearon todo, los buscaron hasta en el techo pero no lo hallaron — ¡Carajo! Escupió Demon con frustración dándole una patada a la cama.

— No está. Informo Clay reuniéndose con Demon de nuevo.

— ¡¿de veras?! Dijo Demon negando con la cabeza.

— Enserio, lo busque en cada rincón. Demon suspiro — Ya cállate, debemos irnos.

Abandonaron el lugar y regresaron al vehículo — Se suponía que lo seguirían. Siseó Demon.

— Lo sé, dijeron que estaría aquí. Demon tensó la mandíbula, si no lograban hallar a Owen su plan se iría al maldito caño. Decidieron recorrer varias calles a la redonda y no había rastro de Owen. Ya era hora de poner en marcha el plan B, Demon agarro su celular — ¡Oye! Exclamo Clay.

Él lo miro de soslayo — ¡¿Qué?! Respondió exasperado.

— Mira allá. Le indicó con su dedo la esquina de una calle, Demon sonrió ampliamente, la luz de los postes estaban casi todas dañadas apenas y alumbraban. Owen se hallaba sentado justo debajo de una de las farolas dañadas. Clay condujo hasta donde estaba y aparco frente a él dejando que las luces del auto lo proyectaran.

Ambos se desmontaron del vehículo — ¡Que patético! Escupió Demon al verlo totalmente ebrio con una botella de alcohol barato en su mano y la cabeza gacha.

— Al parecer la noticia de Alexz lo afecto. Demon resoplo — Sería ridículo, como sea ayúdame a levantarlo.

— Y..o la ex..tra..ño, mi fami..lia. Owen canturreo, pero el hipo provocaba que sus palabras fueran torpes

Clay y Demon negaron al tiempo que lo subían en la parte de atrás del auto, Clay lanzó la botella que él tenía estrellándola contra la pared. — ¡Maldito borracho! Escupió Demon.

— ¿Ahora a dónde? Preguntó Clay encendiendo el auto.

— Al club, debo ir por Madie.

— Enserio Demon ¿Qué le vez?

Él se quedó pensando algunos segundos — Es todo lo que Alexz no es.

Silencio.

— Bueno, tiene de donde heredarlo. Dijo Demon riendo mientras observaba a Owen por el espejo, estaba removiéndose murmurando cosas que nadie entendía. — Ambos son una basura.

Clay frunció el ceño, no tenía nada al respecto que decir. Pero la risa de Owen en ese instante traspaso sus oídos. — Pero... bien que te casaste con ella, soy una basura pero soy tu suegro. Rió aún más fuerte.

Clay sin querer piso el freno en seco provocando que Owen se cayera del asiento y rompió a reír — él tiene razón.

El rostro de Dominicperdió el color — y tú como siempre del lado del jodido enemigo. Clay levanto sus hombros — Dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad. 

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1. ¿Habrá Re-encuentro? ¿Qué creen?

2. Esperen ¿Qué? ellos están... ¿Casados? Oh oh, carajooo!!!

deseo leer comentarios, opiniones, ocurrencias.... Gracias por leer :)

» Bajo el ojo del diablo «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora