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¿Quién manda aquí?

» Capítulo 11 «

¿Quién manda aquí?

Alexz acelero su paso solo tenía veinte minutos antes que Clay apareciera, el apartamento estaba vacío, como todo domingo en la noche Maggie se reunía con la familia de su novio. Corrió a ducharse para ponerse uno de los vestidos de Lindsay. La puerta anunció su llegada — ¿Lista?

Agarro su abrigo y salió sin dirigirle la palabra — No tenía otra opción Alexz. — Explicó Clay conduciendo.
— Olvídalo.

Lo único que de verdad necesitaba era meterse bajo las cobijas con un tazón de helado e imaginar que todo su infierno era mentira — Estaré aquí. — dijo al llegar a casa de Deyken. Avanzó hasta la entrada, la puerta estaba abierta — Ya estás aquí. — Exclamó a lo lejos. — Puedo sentir tu salvaje aroma.

— No pensé volverte a ver. — Confesó Alexz al revivir aquella faena de pasión con solo ver sus ojos.

— Probablemente me verás más de lo que imaginas. — Susurró acercándosele por la espalda para quitarle su abrigo. Alexz trató de entender su juego de palabras, pero realmente su mente no estaba precisamente razonando en ese instante en el que su voz removía todo su ser. — Eso no puede ser tan malo. — Sonrió llevándolo hasta la habitación donde lo presionó contra la pared besándolo con urgencia — Me encantas Lindsay. — Confesó deslizándose de su vestido hasta verlo caer al suelo — No vinimos aquí hablar. — articuló Alexz quitándole su camisa arrancándole todos los botones que resonaron al chocar contra el piso.

No paso mucho tiempo para que Deyken tomara el control de la situación sujetando sus manos mientras se apoderaba de sus senos succionándolos con fuerza excitándola, Alexz sonrió ante la exquisita sensación. No eran necesaria las palabras, solo había un lenguaje que ambos entendían el frenesí de sus cuerpos.
Esté no era solo un encuentro sexual donde le pagaban por complacer a alguien, esa noche algo se accionó, por primera vez Alexz no se sintió usada. "No todos te ven como un juguete sexual" resonaron en su mente las palabras que Clay le había dicho mientras Deyken la inundaba de placer embistiéndola con furia.

— ¡GOD! — exclamó cuando colapso llevándola al límite de su excitación. Sus piernas temblaban, tener sexo de pie no era algo sencillo de practicar, pero al final valía la pena. No terminó de recuperar el aliento cuando cayó de los brazos de Deyken sintiendo un vacío en el estómago — ¡Shit! — Gritó al tiempo que Deyken sonreía, un alivio recorrió su cuerpo al caer sobre un montón de cojines — No creerías que permitiría que te hicieras daño ¿o sí?
Ella sonrió cuando él se precipitó sobre su cuerpo paseando su lengua desde su centro hasta sus hinchados labios apretándolos con fiereza — Espero que Demon no te necesite esta noche, estarás ocupada. — susurró con voz agitada guiñando un ojo.

Realmente ella no tenía ganas de ver a Dominic sería un encuentro contraproducente como todos.

Alexz no podía ocultar lo descontrolada que la hacía sentir Deyken, y complacerlo no era un problema — ¡Wow! — Exclamó tumbándose en la cama — Fue el mejor sexo anal del mundo. — Confesó aferrándola a su pecho al capturar sus labios mientras sus pechos subían y bajaban tratando de recobrar el ritmo normal de sus respiraciones. Ella estaba exhausta, solo basto sentir que Deyken abandonaba la cama para que sus ojos se cerraran sumiéndose en un sueño profundo — ¿Alexz? — Escuchó a lo lejos.

— Mmmm — Se quejo al sentir el frío recorrer su piel y un aroma delicioso que le daba una sensación de frescura.
— Ella duerme. — Respondió quitándose la toalla y metiéndose bajo las sábanas.
— ¡Maldita sea! ¡Envíala! ¡La quiero ahora mismo!
— Cálmate Demon, es de madrugada y aún no he tenido suficiente de ella.
Dominic no era estúpido, podía percibir a Deyken sonriendo al otro lado de la línea. — Pagarás una fortuna por ello. — Siseó antes de cortar la llamada.
— No es solo un trozo de carne Demon, no lo es. — susurró envolviéndola en sus brazos para tratar de conciliar el sueño.

...
¿Qué pasará?

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Escritora: » Anggie. Twitter: » @kaatthriin