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Todo suele suceder.

De vez en cuando inesperadamente...

El día qué me fui me sentí miedosa y libre.

Me alejé sintiendome invencible.

También iba triste y un poco testaruda, pero no volteé atrás, no pedí ayuda.

Te quedaste en algún balcón llorando lágrimas de niño.

Y mientras tanto yo me iba con voz de hilo.

Han sido despedidas irreales qué mi mente crea, todas con el mismo tema.

"Nuestro final".

No quiero hacerte más poesía si dedicarte otra risa sarcástica llena de dolor.

Ya no quiero nada si tiene qué ver contigo, por ti, o para ti.

Porque ya no te quiero, aunque antes me haya vuelto casi loca por ti.

Hoy ya no, ya no éstas en mi.

Dejaste una herida qué estoy curando pero lo demás ha sido desechando y lo qué falta lo será.

No planeo dejar nada,

Sólo esta cicatriz de ti,

mi amor roto,

y en este ultimo poema a ti, quiero darte las gracias,

las alas y el cielo.

Y quiero que vueles.

Los abrazos fueron matices y los besos alimento.

Fuimos el aislamiento de los poetas y los autores del amor profundo.

Hubo un tiempo una loca soñadora,

qué soñó con perderte.

Yo ese día te perdí.

En un mar gris ahogué mis letras y un poco de ti.

No sacrifiqué más qué el orgullo y un par de promesas al aire.

Hoy no hay nadie.

Pequeño amor gigante,

Gracias por llamarme,

Gracias por quererme,

Gracias por dejarme.

Hoy no soy fuerte,

no, no lo soy.

Mañana seré invencible,

tendré corazón.

Te libero de esta jaula de venas qué te cantaron poemas y recitaron canciones.

Que arrullaron tus penas y construyeron valores.

Te libero de mi pecho que ardió cual fogata y se enfrió como si fuese plata.

Te libero de los pulmones, respirando planito y acelerado, con ritmo.

Te libero de mi cabeza, que con maleza supo aguantar fríos.

Te libero de mi alma, qué te amó sin calma, hasta desnudarse.

Te libero de mis huesos,

a quienes calaste.

Te libero de mí completa,

desde los pies a la cabeza,

te dejo ir,

te suelto la mano,

no hay vuelta atrás.

Vuela amor,

como si fueses gavilán.

Falta no te harán mis besos, teniendo los de muchos más.

Falta no te harán mis abrazos teniendo con quién llorar.

Falta no te haré yo,

nada, nada, nunca jamás.

Falta no te harán mis letras... o eso querrás.

Acabo con todo,

menos con los versos qué no ha  de morir jamás.

Te dejo como te tomé, un poco más rota de lo qué pensé.

Y tu me dejas peor de lo qué pensé.

Rota,

sucia y sin usted.

Pero no importa cariño,

no importa.

Alguien pasará por esta acera pidiendo amor,

Mis huesos crujiran y llamaran su atención.

Entonces como hoy,

como ayer.

Te dejaré de querer,

y te recitaré, el ultimo poema, el ultimo renglón donde mi mente hará otra despedida con fin y sin voz,

serán letras qué como mi mismo armazón dirán:

Vuela mi amor.

Te libero,

Te expulso, te desato.

No vuelvas jamás.

Ya la cerradura ha cambiado,

Ya no hay espacio para tu calor,

Aquí dentro,

demasiado fuego tengo,

Y si tu entras,

tu entras.

Puedo quemar mi cascarón,

Evitemos un desastre,

Y marchate ahora, marchate mi amor.

-CASR.

Besos marcados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora