Yo creo qué el primer beso ni es siempre el mejor ni el más especial.
Yo tuve un beso tuyo aquella tarde,
Y lo sentí como uno de verdad, como uno sincero.
De alguna manera amor mio, tus manos sobre mis labios, despiertan mi sed de amar.
Y te amo.
Siento de repente subir las ganas de vivir por ti, de vivir contigo, de tenerte siempre cerca de mi ombligo.
Y qué no te quiero menos qué demasiado,
Y qué estoy tan feliz de besar tus manos,
Qué me vuelvo sello de esos qué se ponen diario.
Quiero de alguna manera hacerte saber qué me logras enmudecer, ensordecer, enloquecer, al doble.
Hoy más qué nada miento si digo qué yo puedo,
Reiniciar mi juego, sin tu presencia.
Pues tu ausencia me aplastaría dejandome en dos.
Completamente sola, vacía, y rota.
Como lo estaba antes,
De ti..
¿Acaso no lo ves así?
Fuiste cura de esta mala peste.
Alimento para mi mente,
Inspiración para mi fuerte,
La poesía,
Tu adorno.
A tu nombre.
Otros versos sordos.