Es para ti, amada mía,
Cada verso, cada poesía,
Es para ti cada día,
Cada sonrisa qué se me escapa entre las mejillas,
Yo soy un mar abierto qué se cierra a todos los ojos qué no son tuyos,
Que no brilla si no es para escuchar tus murmullos,
Soy vela,
Soy paz,
Y escribo como si tuviera fe de más, aunque está me haga falta.
Es para para ti cada hilo de voz qué se me escapa entre las rendijas de mi garganta, apretada por los nudos de miles de sentimientos puros qué no salen por miedo al sol, a toparse con otros que no tengan calor.
Es para ti y por ti, cada cosa qué escribo,
pues los versos necesitan de un amigo, y los míos prefieren las musas,
Como tú.
Mi amor, es para ti, todo lo qué ves, que a primera vista no es nada,
Solo un par de letras, y una poeta enamorada,
Pero aquí dentro te lo juro, existe más verso qué conjuro,
Y más letras qué propinas,
Te puedo describir del uno al mil y aún así ni terminas.
Es para ti, bonita, cada beso qué se me escapa en el aire, cada suspiro qué sale, cada lágrima qué moja,
Tu no sabes lo mucho qué me costó aprender a escribir por dos, todo lo qué siente mi alma, mi cuerpo y el corazón,
Y te deposito estas rimas que al pasar del tiempo pueden ser sólo migas de un amor entero,
Qué es tuyo,
Qué es para ti.