Soy, un mar en plena tormenta, derrochando su furia con toda su fuerza.
Un vendaval,
Un desastre,
Escribo con dolores profundos,,sacando las espinas qué me queman los pulmones y deshacen mi corazón.
Soy razón y también locura,
Estoy en cada desdicha en cada tortura,
Soy cultura y carezco de esta cuándo por dentro siento qué estoy muerta.
Navego por los aires y vuelo por los cielos,
Me gusta más la ruina qué el dinero,
Y la tristeza más qué las risas,
Precuro estar y ser,
Pero nunca aprendí a obedecer,
Perdí mis ganas un verano atras, y sustitui por ellas, la paz.
Pero soy guerra, y uso armadura qué se pega a mi figura,cuando aguanto demasiado.
Tengo por llanto lluvia ácida, y por risa un calentamiento global,
Creo en ti cuando tu no, y te miento cuando me pides perdón y asiento, pienso más de lo qué siento, pero presiento más de lo qué debo,
¿Como decirle qué no a una tragedia?
Si no sabe de permiso ni de tregua,
Soy un desastre que compone todo, nunca ocurro por qué si, y hago las cosas a mi modo, moldeandome a la vida.
Me llaman guía y también malhechor, aunque sólo sea un simple espectador.
Colecciono risas,
Enmico trizas, y desayuno las brisas de cualquier lágrima al amanecer.
Las soledades me consideran parte de club por el silencio qué guardo en cada juventud
No pienso de más, porqué mas es lo qué pienso, nunca,es tarde para pedir un comienzo,
Odio los finales y los intermedios, por eso siempre comienzo, comienzo, no creo en la vida, la vida cree en mi, en cada golpe qué recibo en cada ayuda qué pido, y sí,
De vez en cuando soy tan torpe qué choco con la ausencia de los qué hoy sólo son polvo y tierra.
No rimo por qué quiera, sino por qué la rima me alimenta,
Es inolvidable el dolor que me trae cada noviembre,
Y la amargura de los diciembre cuando sobra otra silla,
Más de pie y sin estillas, sigo al borde de la vida,,dando lucha y creando revanchas cuando de seguir se trata.
Voy contra la marea porqué cuando me arrastra olvido sentir, olvido vivir, olvido morir, aprendí de mis padres qué el error más grande es sentirse indomable, siento fuera de corral, aprendí a mandar a una selva y medio matorral, no me rindo sigo y cuando quiero parar, es para anotar en mi libreta, otro verso inmortal.
-CASR.