No se como empezar porqué siempre qué lo hago termino.
Soy uno de esos monumentos qué no se toman en cuenta, qué no llaman la atención, soy como la hierva en un campo lleno de flor.
Sólo estoy para el qué le interesa, aquél curioso qué más allá de todo me ve.
Desde fuera, sola, y brillante...
Misteriosa.
Estaré en las soledades, tristezas y pesares, porqué son los qué mas se sienten.
Ahí me verán como quién vela por su amante.
Seré el desplante de cada silencio.
La sombra de cualquier olvido,
Lágrima de cualquier niño.
Seré lo qué pocos son porqué ya somos demasiados.
Paz en un mundo llano y lleno,
De fuego, ruido y excremento.
Seré el refugio de los socorridos qué ruegan por escuchar así sea un estribillo de la poesía,
Qué mueren por el arte.
