Hace tiempo descubrí que yo no escribía poesía, la poesía me escribía a mi, en cada lágrima que sucumbía por mis lacrimales, en cada rasgo qué se dibujaba por mis caracteres faciales.
Yo no escribía poesía, ella me narraba con versos qué me sabían a vida,
Qué acariciaban mis manos calentándolas,
Me encontraba en un invierno cegador, qué me congelaba los párpados y enfriaba mi corazón, y la poesía me salvó,
Escribió, escribió, hasta qué letras me volvió.
Poesía de mi,
Mi poesía,
Eres la cura y la armonía de este corazón que busca vida en cada coma en cada silaba.
Y tengo claro, qué el día qué esto me haga daño, escribiré hasta reparar los daños, y dejar limpias mis letras.
Yo no escribía poesía, no escribo, la poesía me escribe, con cada herida que me cargo, con cada risa qué esconde llanto.
La poesía me salva,con un veneno que me produce amor, y me quema despacio, y con fervor.
Más agradecida no estoy, qué pertenecer a mis letras y construir algo mejor.