Veo tu risa estallar del otro lado de esta silla,
Te miras feliz aunque no lo quieres.
El color rojo vivo hace que tus ojos brillen, qué me maten.
Pero cuando me miras por un microsegundo, me vuelves a revivir.
Yo pienso que apesar de todo eres buena para mi.
Aunque a veces te marches de manera dolorosa y me dejes, estancada.
Nunca me he ido de ti,
Sólo me voy sintiendo sola a medida qué tu así me dejas.
Me pides qué te deje y luego qué te bese.
Maldita sea.
Te me vas entre las manos, como agua.
Y vuelves como arena con viento.
Yo te escribiré canciones, tratando de sacar tus labios de mis vicios.
Y tu voz de mi pensamiento.