Polaroid || Camila Cabello & Tu

Capitulo 32

Existen momentos inexplicables, que siempre dejaran un recuerdo casi imposible de borrar.

Como el primer te quiero que tus padres te dicen, con el primer abrazo de ese amigo que pensabas que se quedaría para siempre, como tus primeros planes de futuro cuando solo sabías contar hasta diez. Todo eso son momentos, todos esos momentos que nunca se perderán en el tiempo, porque forman parte de ti y no de tu entorno.

Los momentos crecen, y lo hacen contigo. Son los que marcan día a día quién eres y de qué estás hecho. ¿Sabéis eso de que las personas están hechas de átomos, células... Y que más de los 20 elementos que lo componen pueden encontrarse en cualquier puñado de tierra?

Para mi las personas están hechas de recuerdos, de lagrimas, sonrisas y sobre todo momentos.

Ella siempre decía;  "Las buenas personas están hechas de acero inolvidable" y no le faltaba razón, porque ninguna buena acción, por pequeña que sea, será una pérdida. No todos somos buenas personas aunque generalmente eso depende del cristal desde el que se mire. Pero para mi ella era una persona de acero inolvidable, desde que la vi sabía que mi parte favorita de la historia era que no había un final, mi parte favorita era ella.

Y allí estaba, frente a mi y su sonrisa.

¿Su sonrisa? En ese momento sentí que todo el vacío de aquel día, lo llenó su sonrisa.

Pero yo sabía que no era la misma, algo ocurría.

Durante todo este tiempo sin ella, había estado sufriendo hipofrenia todos los días. Llegué a cuestionarme si la odiaba por haberse marchado aun sin ella haberlo querido. Pero la perdoné, la perdoné por todo, por venir y haberse ido.

Y allí estaba, frente a mi y su mirada.

El color de sus ojos, seguía siento tan brillante como antes, aquel destello de luz que podría hacer parar a mil coches en una autopista de noche.

Pero yo sabía que no era la misma, algo ocurría.

Y allí estaba, frente a mi, era ella.

Camila: ¿_____? - la voz ni siquiera salía de mi garganta.

La chica hizo un sonido de confusión, clavó la mirada en el suelo y dio una patada a una pelusa invisible.

El silencio era denso, pesado. Tan incómodo que casi se había vuelto ya insoportable cuando me atreví a romperlo de nuevo.

Camila: Yo... - intenté continuar pero ella no me lo permitió.

_____: ¡Javi! - exclamó llamando al chico - ¡Una chica guapa te busca! - sonrió como niña pequeña para luego entrar dentro de la casa, dejando la puerta abierta.

No entendía que estaba pasando.

¿Me había ignorado?

¿Me había llamado guapa?

¿Por qué hablaba de aquella manera?

¿Después de tantos años buscándola es esta su bienvenida?

Mi cabeza daba vueltas, y todas aquellas preguntas volaban en mi cabeza de un lado para otro, chocándose unas con otras. Hasta que le volví a ver, aquel chico con pelo azul, aquel color que al parecer nunca había dejado atrás.

Javi: ¿Camila..? - pasó de serio a efusivo en segundos - ¡Camila! - corrió a abrazarme.

Camila: ¡Javi! - le respondí de la misma forma.

 Javi: ¿Qué estas haciendo aquí? - preguntó sin soltar sus brazos de mi cuello.

Camila: He venido hasta aquí para ver a _____.