XXX: Beso

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Los días transcurrieron para Kaori y Hyde como siempre. Permanecer en casa, ir al edificio de Near en las tardes. Hyde protegiendo a Kaori y Kaori cumpliendo con su deber como Saviour. Near analizaba los archivos junto a su equipo. Carrie había dejado en el orfanato ciertas prendas de ropa, unos cuantos juguetes y un cuaderno llena de poesías. Escribía desde muy pequeña. Near los examinaría hasta que se sintiera conforme con sus deducciones de los archivos.

En cuanto a los asesinatos de E-Kira, empeoraron. Los Idols no morían ya sólo de un ataque al corazón, sino que parecían tener arranques de locura y se suicidaban de las formas más horribles; se arrancaban los dedos con los dientes, hacían pentagramas con su sangre. Algunas encendían las estufas de sus casas para quemarse. Al parecer E-Kira de alguna manera había descubierto que Saviour no podía revivir personas con cuerpos dañados. Las súplicas en la página web para revivir a esas Idols aumentaban con cada día, y Kaori lamentaba no poder hacer nada. Y es que si lo hacía perdería años y años de su vida hasta simplemente no existir. La joven hacía lo posible por mantenerse tranquila y continuar con su rutina. Sus deberes como maestra, sus salidas con sus amigas.

Su relación con Hyde nunca había estado mejor; había comenzado falsa, y al parecer se volvía real a cada día, aunque ninguno de los dos lo dijera.

El veintinueve de diciembre fue el cumpleaños de Kaori, y no había lugar mejor para celebrarlo que la enorme casa de Yudai. Yudai, ante las constantes muertes de Idols, decidió retirarse de la música por un tiempo indefinido. Sus amigos de la banda, molestos por ello y sin importarles el asunto del nuevo Kira, decidieron continuar sin él.

—Ya veintiséis años. —dijo Yuna encendiendo las velas del pastel. Ella, Hyde, Saika y Yudai estaban presentes. El elegante comedor de la casa estaba decorado con manteles coloridos y globos. Kaori había invitado a Near, a Matsuda, a Lola y a Redial. Lola y Redial asistieron presentándose con sus nombres reales: Shelby Marx y Ashton Robbins. Dijeron que eran amigos de Chase y que habían venido a conocer a su novia. El agente Matsuda también quería ir, pero Near le respondió que no, que debía quedarse con él en el edificio. Matsuda se resignó.

Kaori presintió que Near no iría, pero aun así lo había invitado por cortesía. Redial portaba una gorra y Lola unos lentes, ambos con una cámara escondida. Near y Matsuda, desde el edificio, miraban todo desde un par de computadoras.

—¿Por qué los espiamos? —preguntó Matsuda a Near—Es sólo el cumpleaños de Kaori. Mira ese pastel. el agente señaló la pantalla—Se ve delicioso. Si yo estuviera ahí comería un trozo grande.

—Deja de lloriquear, Matsuda, esto es importante. — Near, sentado de forma acuclillada en su silla, miraba fijamente la pantalla que le mostraba en tiempo real todo lo que estaba frente a la cámara en los lentes de Lola. —Con esto confirmaré lo que tengo en mente.

—¿Y qué es lo que tienes en mente?

Near no dio una respuesta, sólo enroscó un dedo en un mechón de su cabello y lo hizo girar, sin dejar de mirar la pantalla. Matsuda suspiró.

Es más difícil que Lawliet , pensó Matsuda, más frío.

Kaori y sus amigos, sin saber que eran observados, la pasaban de lo mejor. Kaori no dejaba de sonreír, hacía bastante tiempo que no se sentía con tanta energía.

—Un día perfecto. —dijo Redial después de dar un sorbo a su refresco—Felicidades, Kaori.

—Gracias.

—Ohhh, mi querida Kao. —Saika rodeó sus hombros con su brazo—Ya estas más cerca de los treinta.

Kaori no pudo evitar reír.

—Heeeey, pero si tú los cumpliste en noviembre.—respondió—Ambas estamos más cerca de los treinta.

—Cerca de los treinta o no, lucen bellísimas. —dijo Yudai.

—Yo también soy bellísima. —Yuna fingió que caminaba como modelo, paró los labios y pestañeó de forma exagerada. Todos rieron.

—Claro que lo eres. —dijo Yudai mientras intentaba dejar de reír—Claaaaro que lo eeeeres.

—Gracias por todo, chicos. —dijo Kaori, ladeando su cabeza al hombro de Hyde—de verdad...

—Gracias a ti por dejarnos compartir este momento contigo. —dijo Yuna—Por cierto, Kaori.

—¿Eh?

—Quiero ver miel en mi arroz.

—¿Miel...?

Yuna sonrió de forma pícara al ver que Kaori no comprendió.

—Nunca he visto que tú y Chase se demuestren amor. Quiero ver ahora.

Kaori se ruborizó.

—¡Besa a Chase! —pidió Yuna.

—Sí, bésalo. —le siguió Lola.

—Yo también quiero ver. —sonrió Saika.

Kaori volteó a ver a Hyde sin saber cómo controlar la situación. Hyde lucía tan atractivo como siempre, sonreía sin preocupación. Al parecer él si estaba dispuesto.

Oh, Hyde.

Hyde tomó la iniciativa y Kaori sintió cómo todo en ella explotaba.

¿La estaba besando? ¡Sí, lo estaba haciendo! ¡Y frente a todos!

¿Qué debía hacer? ¿Corresponder? ¡Pues claro!

Kaori no recordaba la última vez que había sido besada. Fue hace tanto tiempo, cuando era una adolescente. Aun así, ella sentía ese como su primer beso. Hyde le había hecho sentir tantas cosas en sólo ese instante, y Kaori se sintió como hechizada, cerrando los ojos delicadamente, dejándose llevar por algo que probablemente se repetiría después.

Una, y otra, y otra vez...

Near dejó caer el muñeco de madera que tenía en la mano derecha al ver eso.

—Es cierto. —Pensó Near en voz alta—Está mintiendo.

—¿Mintiendo? ¿Quién? ¿Kaori, Hyde?—preguntó Matsuda, preocupado.

—Te lo diré mañana cuando estemos todos reunidos.

Life NoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora