Capítulo 6

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No puedo dejar de pensar en lo estúpida que fui al no contarle al sheriff de Harry, técnicamente no estuvo conmigo, sólo fue a dejarme al hotel y aunque de modo extraño se quedó hasta que entré a la habitación, no quiere decir nada, no tengo idea de cuanto tiempo fue eso, tal vez cinco minutos, tal vez diez.

Con el historial que tiene Harry no dudarán en ponerlo como principal sospechoso en la investigación, aunque no encontrarán evidencia contra él, jamás entró al vestíbulo o bajo de su auto, esperó a que yo entrara y se fue.

Debo ir a buscarlo, debo decirle lo que pasó porque tratarán de involucrarlo de una u otra forma. Así que regreso a casa, por mi auto, una vez ahí sólo me llevo el auto, estaba estacionado afuera así que ni siquiera tuve que entrar, las llaves estaban en mi bolso, cosa que agradezco.

Conduzco a una velocidad rápida, pero no lo suficiente como para que me detengan, antes de llegar al bosque me tengo en una tienda de comida rápida, compro para llevar y vuelvo al camino, ya en el bosque bajo la velocidad y dejo el auto aun lado de la cabaña, bajo con las bolsas de plástico en mis manos y toco la puerta varias veces.

Harry abre la puerta después de unos minutos, su estilo es desaliñado, trae unos jeans justos y está descalzo, una camiseta blanca agujerada cubre su torso y su cabello está suelto y despeinado. Deduzco que acaba de despertar y es por eso que tardo tanto en abrir la puerta, me mira con el ceño fruncido para después tallarse los ojos con ambas manos.

—Traje comida —le muestro las bolsas, hay una cierta impresión en su mirada que me hace pensar que él no esperaba que viniera aunque se lo hubiese dicho ayer.

Hace una seña con la cabeza y me deja pasar, casi no reconozco éste lugar, está tan cambiado, hace mucho tiempo que no venía aquí; cambió la decoración totalmente, los sillones viejos y podridos de la sala fueron reemplazados por unos de piel aparentemente más cómodos y nuevos, hay una mesa de centro de cristal y al fondo un librero repleto, las escaleras y el piso de madera fueron reparados, con madera más resistente y en el caso de las escaleras, barnizada.

Paso a la cocina y dejo las bolsas sobre la mesilla de mármol y me siento en uno de los banquillos altos, la cocina también fue remodelada, la mesa vieja redonda y pequeña ya no está, hay un lavaplatos de metal y una estufa moderna, arriba de éstos hay muebles también, de esos para guardar comida y trastes.

Harry pone agua en la tetera y la pone a calentar en la estufa, después abre el refrigerador y saca una jarra de jugo para ponerla en la mesa, se sienta enfrente de mí y recarga sus antebrazos sobre la mesa, me mira esperando a que diga algo.

—No pensé que vendrías, iba a hacer...

—Mataron a alguien —se sorprende ante la afirmación y alza las cejas—. El recepcionista del hotel. Me hicieron unas preguntas, y cuando me iba escuché a un oficial decirle al sheriff Loughty que revisaron las grabaciones de las cámaras y que tenían la matricula de un auto negro —él parece reaccionar ante lo que digo pero no dice nada—. Es tu auto, me preguntaron que si estaba con alguien y dije que no, porque técnicamente no estabas allí.

—Seré el primero en la lista —ríe bajo y se levanta a apagar la tetera.

—Harry esto es serio.

—¿Serio? ¿Por qué? —ríe irritado.

—Porque van a pensar que tú lo hiciste y no es así.

—¿Cómo lo sabes? —se vuelve a sentar y me mira directo a los ojos— ¿Y si fui yo? ¿Qué te hace pensar que no lo hice? ¿No pasó por tu cabeza? —el veneno tiñe su tono.

—No seas ridículo. No pudiste haberlo hecho, jamás bajaste del auto y te fuiste en cuanto entré a la habitación —resoplo.

—Pude hacerlo... , pude hacerlo después de que saliste del vestíbulo, pude hacerlo mientras subías las escaleras, pude hacerlo mientras estabas en tu habitación.

El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora