El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)

Capítulo 49

Hoy es el peor gran día. Y eso es decir muy poco, toda la estabilidad, si es que así se le puede llamar, se va a ir al caño, se irá de mi vida una vez más y no sé que me espera. Sé que es malo engancharse de las personas, en especial del amor de pareja, pero es que ¡demonios!, él y yo somos absolutamente todo cuando estamos juntos. ¿Cómo podría renunciar a eso sin más?, y aunque no lo esté haciendo yo, sé que no voy a aceptarlo nunca en mi vida.

Siempre me han gustado las historias y finales caóticos, él y yo terminamos siendo uno. Y aunque hubiese podido escoger el tipo de historia de amor que iba a tener, siempre escogería la nuestra.

Hoy soy todo eso que jamás soy cuando estoy sola, y por increíble que parezca, diría que soy mejor persona estando con él. Soy una chica problema, y nunca había sido así, pero creo que de hoy en adelante lo seré por un buen tiempo.

No sé como estoy lidiando con esto, bueno... sí sé. Claramente prefiero que Harry tome el cargo a que muera, preferiría morir en su lugar, preferiría cualquier cosa con tal de que estuviese bien. Definitivamente no podré lidiar con ello por mucho tiempo porque estoy segura de que acabará conmigo tarde que temprano. No creo posible volver a alcanzar la estabilidad y paz en bastante tiempo.

No pude dormir por la noche, la misma pesadilla no me dejó dormir tranquilamente durante horas y cuando por fin parecía que me iba a dejar en paz, el amanecer ya había ocurrido. De ninguna manera me iba a perder este día.

Él apareció en mis pesadillas de nuevo, pero a comparación de las anteriores veces por fin podía verle el rostro. No era más la sombra de ojos grises que siempre aparecía, ahora era Marcus. Estaba dentro de mi habitación, acercándose lento, apoderándose de mi pánico porque no podía moverme, se sentó sobre mi cama mientras me miraba y cuando la sensación de su aterradora cercanía y del colchón hundiéndose ante su peso mi desesperación crecía, sólo podía gritarle, pero no se detenía y cuando llegó a mí clavó sus dedos en mis cotillas y empezó a presionarlas, era terriblemente doloroso, desgarrador. Él no dejaba de enterrarme los dedos hasta que los sentí traspasar mi piel, y mientras yo sangraba me miraba de una forma furiosa. Trataba de obtener algo de mí, sentía que me quitaba el alma.

Espero que cuando él desaparezca, porque lo hará, también se vaya de mis pesadillas, que llevan meses sin dejarme dormir. Es duro, porque creía que era mi mejor amigo, creía que había encontrado a una valiosa persona en mucho tiempo y no era así.

Siempre es terrible cuando algo que amas termina, pero creo que después de la tormenta viene la calma ¿no es así?, espero que de verdad haya un arcoíris detrás de la alargada lluvia.

En serio que estoy tratando de no sobrecargar mi cerebro, pero sigue y sigue pensando, como cuando jalas de un hilo.

—Me imagino lo mucho que estás pensando —suelta Harry a mis espaldas, sorprendiéndome. Me senté en el tejado por el que una vez subí y escapé para tomar café con una manta—. Por poco no te encuentro.

—Estabas durmiendo, yo... —sigo mirando el amanecer, aún sin voltear a verlo. Sé que está en la ventana encorvado mirándome, pero no sé que decir—. Me gusta mirar el amanecer siempre que puedo, es como una tranquila esperanza que te recuerda que todo estará bien.

Entonces escucho como sube la ventana para abrirla más, giro mi vista para verlo intentar salir por ella, le extiendo mi mano y él la toma para no caer, llega hasta mí y me recorro un poco para que pueda sentarse conmigo. Abro la manta para cubrir su espalda y lo abrazo con ella mientras recargo mi cabeza sobre su hombro, inspiro profundo el aire frío de esta mañana tan desesperanzada. Está mirándome, y quiere que yo también lo haga, pero en serio estoy disfrutando este instante en el que todo podría parecer perfecto, el amanecer, él y yo, nuestros corazones en cercanía y nuestro calor dentro de la manta. Su respiración choca contra mi frente y hace cosquillas, me hace sonreír sin pensarlo, puedo sentir su sonrisa en contraste con la mía.