Capítulo 13

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— ¿Seguro de que no hay nada? —inhalo profundo.

—No. Nada —me repite por tercera vez—. No hay registro de ningún Richard Lowell aquí; ni vivienda, trabajo, seguro, registros bancarios, nada. Sí es que ese hombre realmente existió debió haber usando un nombre falso —afirma negando con la cabeza—, hay Lowell en el pueblo, y sé que es un pueblo pequeño, pero aún así hay bastantes habitantes, y varios son Lowell, no podría saberlo con certeza, no hay ningún dato servible. Es como buscar una aguja en un pajar, si de verdad es importante me temo que tendrás que tocar de puerta en puerta, pero es un trabajo muy agotador, más porque no todos son tan amables.

—Muchas gracias, Ben —interviene Marcus—. Estamos a mano.

— ¡Ni que lo digas! —se rasca la cabeza en un gesto despreocupado—. No es nada, te debía una.

El chico de los archivos de la comisaría nos hace un gesto con la cabeza mientras baja las escaleras de metal que utilizó para revisar en lo alto de la estantería. Marcus me toma por la espalda mientras dirige nuestro camino fuera de el almacén de archivos confidenciales de la comisaría de Brookhaven.

— ¿Por qué es tan importante? ¿Qué no me estas contando?

—Es un asunto familiar urgente —digo a secas.

— ¿Familiar? —frunce el ceño en confusión, sé que no está creyéndome nada, no se traga ni una palabra de lo que le digo—. ¿Desde cuándo dejaste de confiar en mí?

—Confío en ti, y mucho, pero... —este asunto rebasa la confianza que le tengo, no es un secreto mío, no me pertenece e involucra cosas fuera de lo común, y a razones claras, a él no le cae nada bien Harry.

—No tendrá nada que ver con Styles ¿Verdad? —parece como si leyera mi mente—. Ese chico es macabro, tiene secretos muy oscuros, Heather. No te metas en problemas y en asuntos que tengan que ver con él, está utilizándote.

—No tiene nada que ver con eso, ni siquiera lo he visto. Es un asunto familiar, pero no puedo contártelo ahora, es tan... agobiante.

—Ya no confías en mí tanto como antes —me toma por los hombros y me clava su mirada, sus ojos grises me penetran tanto que tengo que desviar la mirada.

—Te lo diré, pero ahora necesitamos irnos, hay que ir a trabajar —por primera vez desde que lo conozco, sentí algo erróneo en él, un sentimiento extraño, pero no tengo ni la más mínima idea de que pueda ser.

Tengo que encontrar una excusa muy buena, tan buena como para que yo pueda creerla y que encaje perfectamente con la situación. Fue un error mío haberle pedido este favor a Marcus, sabía que tenía un amigo dentro de los archivos confidenciales de la comisaría y que podría ayudarme a dar con una pista sobre Richard, pero no había pensado en qué le diría, no había pensado en todas las cosas que dejé de contarle y que él por supuesto notó.

Podría contarle todo lo que ha pasado con mi madre para despistarlo, pero ciertamente sólo me dará tiempo para hallar el pretexto perfecto porque sé que me volverá a preguntar.

Marcus se sienta a mi lado en el autobús y guarda silencio, está dándome espacio para pensar, pero aún así siento también como pone algo de presión y tensión en el silencio que yo tampoco estoy dispuesta a romper, quiere que diga algo, está ansioso e impaciente y lo puedo notar fácilmente por la forma en la que mueve su pierna, como un tic.

El ambiente húmedo sume las calles de Brookhaven por la previa lluvia de anoche. Eso me tiene un poco inquieta, aquí hay repentinas lluvias de vez en cuando, y podrían desenterrar el cuerpo que hace días Harry y yo nos deshicimos, sé que es algo difícil de que pase, Harry se encargo muy bien de eso, cavó muy profundo; y aunque pasara, no lograrían identificarlo, no podrían unir las líneas, no hay testigos ni evidencias.

El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora