—Te ves pálida —me da una mirada rápida de arriba abajo.
—Me sentía mal en la mañana —digo recordando el incidente de hace un rato, casi sin darle importancia.
— ¿O sea que ya no? ¿estás mejor ahora? —me extiende la taza de té y señala el azúcar para que lo endulce como prefiera.
—Sí, creo que sí —murmuro un poco incómoda. Su penetrante morada no se me quita de encima en ningún momento.
—Y ¿por qué te sentiste mal? —quiere ir directo al punto. Estoy empezando a ponerme nerviosa, mis manos empiezan a sudar cada vez más, hasta podría resbalar la taza de mis manos y caer al suelo.
—Sólo es la sensación de estar rota por dentro. ¿La has sentido alguna vez?, me sentó muy mal que encerraran a Harry por el asesinato reciente, porque ya no confío en él. Ha mentido en todo, hasta de lo más insignificante y pienso en la posibilidad de... —niego con la cabeza repetidas veces con los ojos cerrados—. Quiero que esto termine.
—Lamento oír eso. Realmente esperaba que todo fuera mentira, por ti más que nada. Deseaba que todo fuera bien, estabas tan feliz, volvías a sonreír como nunca antes te había visto —es raro escuchar eso, suena tan gentil, tan suave y hasta podría decir que mortificado. Nunca me lo había dicho así antes, incluso aunque le contara todos mis problemas y fuéramos tan unidos como una goma de mascar a un zapato.
—Siempre sonreía contigo.
—Sí, pero nunca como lo hacías cuando estabas con él. De verdad te olvidabas de todo, y de todos. Te aferraste tanto a él, tan fuerte y sin condiciones. Nadie lo hace así, tan fácil y tan rápido como tú lo hiciste. Tan ridícula —sonríe a medias y vuelve a mirarme a los ojos—. Sabía que ibas directito a hacerte mierda y lo permití porque consideré que valía la pena. ¿Lo valió a pesar de todo?, nunca te lo pregunté.
—No lo sé...
—Sí, si lo sabes —dice serio dejando la taza de té sobre la mesa, firme—. Ese rompe almas saldrá dentro de poco, y volverá a buscarte, y cuando lo veas, lo que sientas, lo que hagas, lo que digas y lo que llegues a perdonarle se toma en cuenta, porque volverás a caer en sus brazos, Heather, porque estás enamorada de él, y el corazón nos juega rudo y hace estupideces.
—Entonces valió la pena —agrego rápidamente—. Porque me aferré al primer vestigio de felicidad que estuvo a mi alcance, y aunque haya sido la tontería más grande de mi vida sé que no pudo haber sido diferente o me hubiera lamentado todo lo que resta de ella. Y el hubiera no existe, el hubiera es el más grande error que podría cometer, y prefiero esto que el no haberlo tomado nunca.
— ¿Vas a perdonarlo? —me mira fijamente alzando las cejas.
—Lo único que ha hecho es mentirme, no sé que esté pasando y no me quedaré para saberlo. No sé si sea culpable o no pero no puedo seguir rompiéndome. Me duele con todo mi corazón que él no sea para mí. Sí —digo finalmente, casi sin ganas—. No voy a cargar con eso, él puede hacer y deshacer todo lo que quiera y cargará con eso, yo no. Yo me libero de él, será bueno para mí. Intentaré sanar.
Me remuevo incomoda en mi lugar y desvío la mirada de la suya por primera vez en un largo rato.
— ¿Por qué estás sucia del brazo y del pantalón? —dice tan de repente y tan fuera de lugar que brinco milimétricamente del susto.
Me miro la ropa y el brazo, son manchas de cenizas de la chimenea. No puedo creer lo estúpida que soy. Vuelvo a mirarlo y antes de que siga examinándome con detalle, me levanto y empiezo a caminar por el pasillo.
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El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)
FanfictionPRIMERA PARTE. LA SEGUNDA PARTE "Vida y Muerte" YA ESTÁ DISPONIBLE TAMBIÉN EN MI PERFIL. ¿Qué pensarías si alguien te dice que es subordinado de la muerte? SUBORDINADO: [persona] Que depende o está sometido a la orden o a la voluntad de otro. Yo no...