Capítulo 50 | FINAL |

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Dedicado a : presidente_miau24
¡Gracias por ser tan linda!



Mi vida es lo único que tengo ahora. No permitiré que él se salga con la suya, y aunque no pueda detenerlo permanentemente de ninguna manera, puedo hacerlo momentáneamente, aunque sea sólo por escapar. Conseguí una navaja que guardé dentro de mi manga, y el revólver de Harry, que tuve que guardar bajo mi cinturón, eso es lo único que puedo cargar conmigo discretamente, sé que no es suficiente, pero confío en que pueda darme unos segundos de ventaja.

Camino en zancadas contra las ráfagas de aire pesado que entumen mi cara, por dios, tenía que ser de noche, ¿por qué?, maldición. Voy siguiendo la carretera a oscuras con la luz de la luna, varios autos que pasaron y se percataron de mi presencia se ofrecieron en llevarme pero los rechacé, debo de verme mal a los ojos de los demás, una loca tal vez, por caminar sola en la orilla de la carretera a esta hora, y aunque no es demasiado tarde, la oscuridad abruma y absorbe la noche.

El sonido de la campanilla de mi celular suena y lo saco de mi bolsillo para ver la primera fotografía que me ha enviado Marcus. Es una foto a un recuadro de la pared de las escaleras de la casa, somos ella y yo. Recuerdo que me sorprendió verla puesta ahí un día sin avisar. El flash se refleja en el vidrio del cuadro, en verdad está ahí. Y ella debe estar durmiendo en su habitación, mientras un asesino espía la casa con toda la tranquilidad.

Entonces respondo por primera vez a sus mensajes:

"Está bien, maldita sea. Sólo sal de ahí, déjame llegar tranquila, ya estoy en camino. Deja de enviar fotos".

Seguí caminando lo más rápido que pude, hasta que las piernas empezaron a dolerme inconscientemente. Marcus me envió dos fotos más durante el camino, una en donde mostraba el fondo de mi habitación y otra dentro de la habitación de Sarah, mientras ella duerme de espaldas. Toda clase de sensaciones horribles se apoderaron de mí en ese momento, tuve tanto miedo de su cercana estancia hacia ella que le mandé un nuevo mensaje desesperado.

"Por favor, ya déjala en paz. Ya estoy aquí, a unos cuantos pasos de distancia, sal de ahí y ven a donde quedamos. No la lastimes, ya estoy aquí, hice lo que me pediste y aquí estoy".

Con eso dejó de mandarme fotografías, a pesar de haber mentido sobre de que ya había llegado al lugar, eso me hace pensar que se pondrá furioso, por haber tardado un poco más. Espero no hacerlo enfadar más, sólo quería que parara de tomar fotografías para enviármelas, quería que dejara de acercársele.

Cuando llego al bar, con el corazón a tope de adrenalina mezclada con pánico, respiro. Respiro una y otra vez para tratar de calmar el temblor de mi cuerpo y el latir desbocado de mi corazón con respecto al terror que carga mi sistema. Por Dios, no quiero morir hoy.

Camino con las piernas temblorosas sobre la tierra congelada, todo suena a mi paso, las ramitas, las hojas y hasta los pocos restos de nieve. Sé que él está esperándome, y tengo tanto miedo de enfrentarme con él que siento que voy a vomitar, esa noche que asesinó a Ámber fue suficiente para hacer castañear mis dientes y violentar mis respiraciones, sé de lo que es capaz de hacer, y me aterra hasta la Muerte.

La silueta negra y alta que resalta en la oscuridad llama mi atención al instante, inspiro profundo y me acerco un poco con lentitud en espera de cualquier señal, mi corazón late tan fuerte que puedo escucharlo detrás de mis orejas. El zumbido se mantiene constante.

—Oh, no me mires así. Tenía que motivarte para que vinieras y no se me ocurrió mejor manera que acechando a la anciana de North Wester. Fue brillante —sale de su sombra para mostrarse frente a mí, acercándose.

El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora