Capítulo 24

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Despierto entrelazada entre sus piernas, la verdad que no sé como llegué hasta aquí, apenas recuerdo como platicábamos de cosas sin sentido durante la madrugada sentados juntos en las escaleras, no tengo idea de qué exactamente pero sé que eran tonterías. Traigo puesto el mismo pants de ayer, la playera y mi sostén; visualizo a Harry, también trae puesta su ropa de ayer y eso me tranquiliza y me reconforta de una manera inimaginable, tener sexo con él en mis sueños ya significaría un trauma para mí, y aunque sea eróticamente divertido rechazo la oferta de sobre manera, no puedo pensar en cosas como esas en estos momentos.

Tengo que salir de su agarre, vaya que es pesado, giro sobre mi peso con lentitud, despacio y lo más silencioso posible hasta quedar de frente con su rostro, su mandíbula angulosa está marcada y su cabello sigue siendo un chongo despeinado por encima de su cabeza, sus pestañas reposan con tranquilidad contra su piel y está un poco pálido, creo que tiene frío. Su ceño es tan sereno y armonioso, luce más desaliñado de lo normal pero aún así sigue siendo un hombre bastante atractivo.

Deslizo su brazo que me aprisiona hasta su abdomen y lo dejo reposando ahí, él enseguida arruga ligeramente el ceño, por un momento creo que logré despertarlo pero entonces suspira profundo y relaja su rostro de nuevo, deslizo una de mis piernas fuera del colchón y con ella jalo el resto de mi cuerpo poco a poco fuera de su alcance. Caigo suave sobre la alfombra y entonces me pongo de pie, recojo mis tenis con una mano y luego me acerco a mirarlo, no puedo desprenderme de él por alguna extraña razón, no me resisto a mi absurda fantasía y me acerco para pegar mis labios a los suyos con debilidad, nuestras narices rozan y junto con sus mullidos labios siento lo congelado que está su piel, yo estoy más que calientita, él me mantuvo abrigada durante toda la noche y no puedo evitar dejar crecer la emoción en mi pecho, siento tanta ternura y euforia a la vez, sonrío para mí misma y levanto el cobertor que se encuentra tirado en el suelo para cubrirlo del frio con el.

Salgo de la habitación casi a hurtadillas para que no rechine la madera a mi paso, cuando termino de bajar las escaleras me coloco los tenis y voy hasta la cocina, no tengo apetito, de hecho tengo más asco que nada, pero me gustaría prepararle el desayuno antes de irme y que no piense que me marché así como así.

Con la harina que encontré en la alacena y con los huevos y leche del refrigerador le preparé unos cuantos hotcakes, no tardé más de veinte minutos, los pongo en un plato y los dejo sobre la mesa. Le doy una mirada rápida al reloj alado del refrigerador y me percato que son diez minutos para las diez, demasiado temprano para mí.

Salgo de la cabaña con un lío en mi cabeza, ¿Cómo es qué estoy dejando que pase esto?... tal vez así es como tienen que transcurrir las cosas, pero aún no logro entender casi nada, esto carece mucho de lógica, y lo peor es que yo estoy consecuentándolo. ¿Por qué importaría quedar bien con el Harry de mis sueños? ¿Por qué se supone que estoy saliendo con dos personas al mismo tiempo? ¿Qué se supone que todo esto significa? No le veo ni pies ni cabeza a este asunto, realmente diría que estoy enredada en un nudo justo en medio del principio y del final. Ni sí, ni no.

Algo empieza a vibrar dentro de mi sudadera, reviso las bolsas y encuentro un teléfono celular que por supuesto no es mío, la pantalla se ilumina de color blanco y leo el mensaje tan rápido que me quedo extrañada y tengo que volver a leerlo otras tres veces:

"De: Clínica Rockwell

Ya llegaron los resultados de sus análisis, más temprano de lo que le habíamos dicho. Puede venir al consultorio del Dr. Rockwell para consultarlos cuando quiera, sólo llame para confirmar."

—Oh, genial —digo en voz alta para mí misma con ironía. ¿Se supone que estoy enferma?, maldición, ¿Por qué estaría enferma?... oh, no. Puedo estar enfermando realmente, si estoy dormida, no puedo comer ni beber nada y no sé por cuánto tiempo he estado así. No había pensado en la manera en la que podía repercutir todo esto, que deprimente. Ahora mismo podría ya estar muerta.

El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora