Capítulo 40

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"Faltan 10 días"

No siento que el tiempo transcurra en este lugar, parece demasiado lento hasta el punto de hacerse tedioso. No dejo de ver la nieve caer y caer a través de la ventana, afuera ya debe estar cubriendo el pavimento completamente, apenas empieza a calar el frío aquí adentro, creo que para el anochecer esto será un congelador. Apenas traigo una chamarra, no servirá de mucho.

No quiero estar aquí más tiempo, me obliga a pensar y pensar de más, dándole vueltas al mismo asunto una y otra vez. No quiero seguir pensando en eso pero no tengo otra opción, todo depende de mí y Harry quiere que lo deje porque estoy en peligro, sí en peligro, pero lo seguiré estando si no hago algo al respecto, yo no quiero que Harry se la pase viviendo aún más en el pasado, no quiero que el misterioso y despiadado asesino siga manipulándonos como lleva haciéndolo hace tiempo, nos seguirá y no cesará hasta lograr su objetivo.

No podré estar tranquila en la calle sin sentir que me observa, no podré dormir en la noche pensando en que podría entrar y matarme. No puedo vivir con el miedo, no por más tiempo, esto tiene que acabar pronto, de una u otra manera y pasará lo que tenga que pasar.

Ya al anochecer cuando empezaba a dejar de sentir mis extremidades y automáticamente dejé de pensar y puse mi mente en blanco, la incesante voz del policía que está de guardia logra sacarme de mi ensimismamiento y mi mirada perdida toma enfoque en su rostro, empiezo a captar lo que me dice y entonces abre la reja para dejarme salir, me toma tiempo reaccionar pero finalmente me levanto y camino dubitativa fuera de la celda. Salgo sin demorarme demasiado y cuando llego a la calle inhalo el frío profundamente.

Nadie estaba esperándome afuera, ni Ámber que es mi abogada, ni Harry. Esto es confuso, y no sé porque lo siento tan extraño, ¿debería serlo?, de cualquier forma iré al único lugar en donde calmaré mis inquietudes, iré a buscar a Harry. Nadie me dio ninguna explicación, ni siquiera vi al sheriff Loughty al salir, no sé porqué es que estoy libre y tampoco que está pasando. Necesito respuestas.

Sigo caminando, cada vez más rápido a ver si con eso se me calientan un poco las piernas. No había tenido un invierno tan frío desde hace años, moriré si sigo aquí afuera. Me devolvieron todas mis cosas cuando salí, bueno, las pocas cosas que traía, como las llaves de mi casa, mi celular y mi cartera. A pesar de que pasé casi dos días encerrada en esa jaula mi celular aún tiene un 15% de batería con lo que pude llamar a un taxi, no creo que haya autobuses en servicio a esta hora y con este frío.

Le pedí al taxi que me dejara en la carretera antes de llegar al bosque, porque aunque sea un taxista, no quiero que haya posibilidad de que siga la corriente de rumores y darle ideas llevándome hasta la cabaña de Harry que todos ya conocen y que invente algo nuevo que contar, aunque también cabe la posibilidad de que se hubiera rehusado a llevarme hasta allí si se lo pedía.

Sostengo el cuarzo que Harry me dio apretándolo con los dedos de la mano izquierda y me abro paso por el oscuro camino por zancadas. Para cuando llego me encuentro tan ansiosa que mi corazón late de forma extraña, acelerada y pausada a la vez, siento como el miedo recorre cada una de mis venas y espero desde lo más profundo de mi ser que todo esté bien.

—No hay nada de que preocuparse —susurro en voz muy muy baja y temblorosa, miro hacia el suelo y después cierro los ojos presionándolos con tanto terror, este presentimiento está carcomiéndome. Me tomo un momento más, trago duro y entonces decido a entrar de una buena vez—. ¿Harry?...

Su nombre se queda al aire y doy tres pasos más al frente, cierro la puerta detrás de mí y me las arreglo para continuar a oscuras, el rechinido del piso de arriba hace que levante la vista en dirección a las escaleras y me quede quieta en mi lugar. El sonido proveniente de arriba se intensifica y los pasos empiezan a sonar por todo el pasillo, viene hacia aquí. Cuando llega a las escaleras se detiene y se queda de pie, viéndome sin decir nada, y aún así mi corazón se tranquiliza y siento que puedo respirar de nuevo.

El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora