Dedicado a: _CakeByTheOcean_
Escucho música desde el reproductor de mi nuevo celular, no sé que demonios pasó con el otro, no sé que pasó con muchas cosas desde hace un mes, así que trato de reestablecerme de nuevo, he limpiado mi habitación, lavado ropa, tirado la basura demasiadas cosas. Fotografías, peluches, ropa, y hasta libros. Bueno, no como tal tirar a la basura, a excepción de las fotografías, más bien, me deshice de esas cosas, la señora Becher dijo que donaría objetos a un refugio en el pueblo que es hogar de personas de escasos recursos, así que aproveché para ayudarle y darle otras cosas que podrían servir para donar, ella dijo que se encargaría de llevar las cajas hasta allá así que no protesté y me quedé aquí a ayudarle con la demás limpieza de la casa.
Doblo la ropa sobre mi cama y procedo a guardarla en el closet, mi cuarto jamás había estado tan limpio como ahora, se siente bien, pero no me mantiene mucho la mente ocupada. Me acuclillo y coloco mis blusas recién dobladas encima de otras, me levanto y entonces lo veo, tan repentino, doy un respingo casi de muerte, mi corazón salta en un latido furioso para después calmarse y continuar con su marcha normal.
— ¡Maldición, Harry! —siseo con enfado, me congeló del susto—. ¿Por qué entras así?, la puerta existe, tocar existe.
—Nunca había tenido la necesidad de hacer eso, pero sé que no ibas a abrirme si lo hacía, y la señora Becher tampoco, y ella no está así que... —se sienta en el pequeño espacio que sobra antes de la ventana y toma una posición encorvada recargando sus codos sobre las piernas, entrelaza sus manos y recorre con detenimiento la habitación, menos mal que la limpié, o de lo contrario me sentiría avergonzada, él es siempre tan limpio y ordenado. Al final suelta un suspiro y frunce el ceño como siempre suele hacerlo.
—Bueno tal vez sea verdad, pero aún así decidiste entrar de igual modo —suelto relajando mi tono, continúo colgando suéteres y chamarras en ganchos para colgarlos en el closet.
— ¿Piensas irte? —sisea y pone mi alarma en alerta—. ¿Nueva York, Washington, Nueva Orleans?
Mi pecho se llena de nervios y el cosquilleo por mi garganta aumenta, antes me dolía, pero ahora se siente como si fuese a salir vómito imaginario. Espera... ¿Qué?, me doy cuenta en un segundo y entonces sonrío furiosa, estuvo escuchándome.
— ¿Estabas escuchando mi conversación? —no puedo creer que haya hecho eso—. ¿Qué más escuchaste, eh?
Pone los ojos en blanco y eso me enfurece aún más, no, no, no. ¡No puedo con esto!, esa es una de las cosas que más me molesta que hagan, meterse en mi privacidad.
—Encontraron el cuerpo de Ayrton en un río no muy lejos de donde lo enterramos. ¿Sabes que eso era imposible, verdad?
—Sí, lo escuché en la televisión.
—Alguien lo sacó para dejarlo ahí, alguien está un paso delante de nosotros y está burlándose de mí.
—No pienso irme, Harry. Necesito saber que pasará con eso porque fui yo quién lo hizo, sí culpan a alguien más yo... —y sé que me refiero a él más que a otra persona, yo confesaría, incluso si no fuese él, una persona cualquiera que nunca haya visto, no podría dejarla ahí pagando por algo que yo hice.
—No va a pasar. Me encargué bien de eso —aprieta la mandíbula con fuerza.
—Aún así.
—Tú no lo mataste. Fue Evan, no tú, no yo. Ha sido él todo este tiempo, fue él quien provocaba todos esos malos ratos que pasaste pensando que otras cosas malignas te perseguían. No sé que hizo con Oliver, no sé dónde está. Yo no le hice nada —sube la mirada hasta la mía y entonces me siento despacio sobre la cama, miro hacia los lados procesando la información y tratando de sopesar la nueva emoción que hay en mi pecho, yo no lo hice. Me quita un enorme peso de encima, es como si hubiese estado atrapada en un sótano por años y hasta ahora me han dejado salir a la luz, es increíble, es tranquilizante, liberador... y sobre todo, Harry no lo hizo, siento que está diciéndome la verdad, creo que está siendo sincero conmigo. Es como si suplicara que le creyera una vez más después de toda la mierda falsa que me dijo Evan de él—. Cuando me dijiste que habías asesinado a alguien no lo creí, nunca lo hice porque sé que no podrías, y aunque dijiste que había sido un accidente no lo creí, vi el cadáver ahí y seguí sin creerlo. Lo que más me asustaba en ese momento es que yo no lo vi venir, yo no llevé al otro lado a ese sujeto asqueroso y eso significaba que alguien más lo había hecho, otro subordinado, y nosotros siempre vemos como mueren, quién lo hace, por qué. Eso traería demasiados problemas y yo no quería exponerte.
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El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)
FanfictionPRIMERA PARTE. LA SEGUNDA PARTE "Vida y Muerte" YA ESTÁ DISPONIBLE TAMBIÉN EN MI PERFIL. ¿Qué pensarías si alguien te dice que es subordinado de la muerte? SUBORDINADO: [persona] Que depende o está sometido a la orden o a la voluntad de otro. Yo no...