Capítulo 7.
GAVIN
Mientras camino por la calle con una canasta tejida llena de comida, me pregunto si Lauren ha dejado abierta la puerta como se lo he pedido. Ni siquiera siento que quiera hablar conmigo, pero tenemos que arreglarnos.
Yo me ocupo de arruinar todo lo nuestro así que tengo que remediarlo también. Sin Lauren yo no soy nada, mi vida no tiene un rumbo y me descontrolo cada vez que puedo.
Cuando llego al lugar donde está aparcado el auto de su madre, dejo escapar un suspiro. La luz del porche está encendida, así que supongo que es una señal.
Abro la puerta de la cerca sin hacer ruido y me encamino al patio trasero, donde la bombilla también está prendida. Me acerco a la puerta para comprobar que Lauren todavía no me odia demasiado.
Está abierta.
Sonrío para mí y entro en la casa, poniéndole el cerrojo una vez que estoy dentro.
Escucho a lo lejos un delicado sonido de música, sé que es Coldplay porque Lauren no ha dejado de hablar y hablar sobre ellos, pidiéndome a cada momento posible que la lleve al próximo concierto. Cada vez que puede –y que está ocupada con su iPod y sus audífonos- no duda en mostrarme todas y cada una de las canciones de su nuevo álbum. Creo que se lo compraré en vinilo para que lo coleccione.
Con el sigilo de un gato, subo las escaleras para no ser escuchado por la señora de la casa. Sé que si me encuentra aquí a estas horas no se sorprenderá, pero de todos modos no quiero que me intercepte y me quite tiempo que bien podría usar con Lauren.
Cuando llego a la habitación del fondo, no me ocupo ni de tocar. Sólo abro la puerta, girando lentamente el picaporte. Cuando me introduzco, no la veo por ningún lado.
La laptop está reproduciendo la música. Supongo que ella está en el baño, pues veo el halo de luz saliendo por debajo de la puerta.
Dejo la cesta a un lado, sobre su tocador. Me siento en la cama con toda la confianza del mundo y me quedo observando cada detalle de su recámara. Es muy rosa y muy gris. Las paredes están llenas de fotografías, un calendario del 2013 –qué diablos-; un póster de Chris Evans y una que otra cosa que seguramente significa mucho para ella.
La puerta del baño se abre y Lauren sale despreocupadamente con el torso desnudo. Sólo lleva ese sostén negro con un corazón rojo decorando la copa izquierda que he visto tantas veces.
—Dios mío —se lleva una mano al pecho y rápidamente saca una camiseta de su cajón.
—Lo mismo digo —la miro con picardía mientras se cubre y tengo que retirar los ojos de encima de ella. No es la manera correcta de ver a tu mejor amiga—. ¿Por qué te asustas? Pensé que estabas esperándome.
—Sí, bueno, creía que tocarías la puerta —señala la entrada a su dormitorio y me encojo de hombros—. ¿Traes comida?
—Obviamente, Lo.
—Genial, estoy hambrienta.
—Estás hablando un poco fuerte...
—Mi madre no está —toma la canasta y regresa para que nos sentemos en su cama. Ella se acomoda en flor de loto, colocándose una almohada sobre las piernas. Saca la caja de pizza recién comprada y coloca una rebanada sobre una servilleta para entregármela después—. Se fue a una noche de chicas.
—Interesante. Estaba volviéndome un poco loco.
—¿Por qué?
—No quiero que desconfíe de mí viéndome en su casa en la noche, cuando debería estar en la mía, con mis padres.
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Outlaw.
General FictionLas vidas de Gavin y Lauren han sido tan tranquilas como las de todo adolescente promedio. O eso es lo que todos piensan, menos ella. Ambos han llevado su amistad a lo largo de varios años, mientras ella mantiene la guardia baja e intenta salvar la...