Capítulo 19.LAUREN
Me despierto en la mañana del doce de agosto gracias al frío que se siente en mi habitación. Cuando giro sobre mi espalda para ver al otro lado de la cama, me encuentro con su torso desnudo, esperando a que me acurruque en él. Sigue dormido, por supuesto. Ya me he acostumbrado a abrir los ojos demasiado temprano.
Hace tres meses que Gavin se fue, y mi fuerza de voluntad ha aumentado puesto que ni una sola vez he querido llamarle o enviarle un mensaje. Sé que así no nos ponemos en riesgo a ninguno de los dos.
Y está bien. De verdad espero que él continúe su vida con Georgene o con cualquier otra persona, pero muy, muy alejado de aquí.
Lo único que he sabido en relación a Gavin Bogasch, es que su madre huyó unos días después de haber ayudado a su escape. Halina dijo que fue a Copenhague, de donde proviene; y su padre dice que está vagando por Venecia. Quizá nunca estemos de acuerdo respecto a dónde se encuentra ahora, pero me alegra que esté lejos. Supongo que así se olvida de la situación por la que está pasando su familia.
Hal y su padre siguen viviendo aquí, en Multnomah, Oregón. Ambos están bien, y a ella la veo rara vez cuando llego a casa y está aquí, conviviendo un rato con mi madre. Incluso la veo transitando distraídamente la calle de la escuela, y en esos momentos sé que ella está demasiado afectada por la huida de su hermano. Después de todo, eran inseparables y los hermanos más unidos que he conocido.
Dejo a un lado esos pensamientos, puesto que hoy debe ser un día feliz. Es el último día de clases, y es viernes, lo que significa que saldremos a celebrar.
Lo logramos. Nos graduamos todos.
—Buenos días —dice Dean sonriendo. Me besa la frente sin hacer ruido y me mira a los ojos directamente, como si quisiera saber lo que estoy pensando—. ¿Lista?
—No en realidad.
—Tampoco yo, pero tenemos que ir —se ríe—. ¿Me ducho o te duchas?
—Ve tú. Aún tengo que despabilarme.
Él asiente y se levanta de la cama con agilidad para adentrarse en el sanitario.
A pesar de no llevar mucho tiempo saliendo, se ha ganado tanto la confianza de mi madre que ya no tiene problema con ducharse en mi baño. Esto está yendo demasiado rápido para mí, y lo peor es que no sé en qué dirección vamos.
Salgo de mi recámara a paso silencioso, esperando no despertar a mi madre. Saco cuatro waffles congelados y los empiezo a calentar, para después acomodarlos en una montaña con sirope y un poco de moras azules.
Y no, no pienso compartirlos con Dean. El desayuno es una de las pocas cosas que aún tengo para mí sola y realmente no quiero estar con él en este momento.
Mi teléfono se enciende sobre la mesa y el aviso de "mensajes de voz" resplandece ante mis ojos. Estoy nerviosa. Esto ha aparecido desde hace dos días y no tengo el coraje necesario para escucharlos. Aun así, lo desbloqueo y activo el altavoz.
« Mensaje de voz de número desconocido.
No entiendo cuáles son tus motivos para no contestar mis llamadas, y supongo que tampoco quiero saberlos. He intentado hablar contigo pero por más que lo intento, tú te alejas. Te extraño. No sé por qué me ignoras ya que tú fuiste la que me ayudó a huir. Necesito saberlo, Lauren. ¿Qué pasó después de que me fui? ¿Te metiste en problemas? Dime que mi madre te ayudó. Tampoco he podido hablar con ellos... no sé nada acerca de Halina... »
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Outlaw.
General FictionLas vidas de Gavin y Lauren han sido tan tranquilas como las de todo adolescente promedio. O eso es lo que todos piensan, menos ella. Ambos han llevado su amistad a lo largo de varios años, mientras ella mantiene la guardia baja e intenta salvar la...