Dulce Infierno ©

Capítulo 24

17 de noviembre 2014.

Elina.

Mire la parte trasera del Maserati de Klaus cuando me detuve en la entrada de la mansión de los Cohen que habían decidido hacer una comida en mi honor por mi cumpleaños que era dentro de dos días, sentí el frío golpeándome el rostro cuando baje del coche junto a Kara que castañetaba los dientes y se abrazaba a si misma por el frío de noviembre.

–Señoritas.–saludo Klaus bajando de su coche.

–Señor Schwarz.–dijimos al unisono.

Atrapé mi labio inferior mirándolo de atrás, siempre había pensado que el color negro lo hacía lucir demasiado sexy y está vez no era la excepción.

–No puedo creer que te lo estés comiendo.–dijo Kara en mi oído.

–Cállate.–la mire con mala cara.

Le sonreí a Marko que abrió la puerta para nosotros.

–Adelante.–dijo con caballerosidad Klaus.

Asentí seria en su dirección aunque por dentro me derretía por darle un beso en los labios, lo mire de reojo quitarse la gabardina color gris colgandola en el perchero antes de girarse hacia nosotras que hacíamos lo mismo que él.

–Bienvenido señor Schwarz.–apareció Eric.

Se dieron un apretón de manos antes de que se dirigiera a mí besando mis labios que a pesar de su toque se mantuvieron fríos, le regale una sonrisa dándole mi mano para adentrarnos a la sala donde el calor se sintió de inmediato por la chimenea encendida.

–¿No está Xavier?–lo busque con la mirada.

–Parece que Las Vegas son más importantes que la familia.–dijo Danielle rodando los ojos.

–O solo no quería verte.–mascullo Olivia.

Casi suspiraba de alivio cuando Elle afirmó que no estaba pero puse mala cara con el comentario de Olivia.

–Olivia.–la regaño Eric.

Puso los ojos en blanco.

–No se porque nos reunimos, Elina ha dejado muy claro que no le gusta celebrar.–dijo de pronto malhumorada.

–Basta Olivia.–ordeno y ella callo.

Me di cuenta que estaba tensa cuando sentí mis dedos entumecidos alrededor de la mano de Eric, respiré con profundidad varias veces calmandome para no liarme con Olivia.

Mire la mirada entre Eric y Olivia evidenciando que se seguían enrollando, no me molestaba en absoluto al fin y al cabo había dejado de acostarme con Eric con la magnífica excusa que ahora quería hacer las cosas bien y esperar después del matrimonio ya lo que hiciera me valía un pepino.

–Pasemos al comedor.–opino Danielle.

Asentí siguiendo a Eric que seguía sin soltar mi mano que comenzaba a sudar; Eric encabezó la mesa conmigo a su lado derecho y Klaus a su lado izquierdo justo enfrente de mí, Kara a mi lado y delante de ella Danielle que tenía a su lado a Olivia.

Las mujeres de servicio comenzaron con la velada sirviendo vino tinto en las siete copas sobre la mesa retirándose para traer los platos fuertes con unos cortes de carne con queso parmesano encima y a un costado patatas con champiñones, se veía y olía exquisito.

Kara me jalo del brazo pegandome a ella.

–Te está mirando de una forma que no pude evitar mojarme.–dijo demasiado bajo.