27 de noviembre 2014.
Elina.
Tal y como lo había dicho Klaus, Luka paso por mi a las cinco de la mañana recibiendome con un cordial saludo antes de comenzar a conducir en silencio por las calles de Nueva York casi vacías. Mire a mi lado a Kara que dormía tranquilamente, a pesar de que comenzaba a comportarse como siempre aún la escuchaba llorar, solo habían pasado dos días.
Mire por la ventana durante el trayecto a el Aeropuerto Internacional de Newark, pensar en Klaus hacía que el pecho me doliera, no sabía en qué punto estaba con él, ni siquiera sabía si seguía con él.
La pista del aeropuerto apareció en mi vista dejándome ver un jet privado a lo lejos que lucía increíble junto el amanecer que comenzaba a surgir.
–Kara, hemos llegado.–dije con suavidad– puedes quedarte aquí.
Asintió sin abrir los ojos, abrí la puerta y me abrace cuando el frío me golpeó, pude ver a Klaus junto a su hermana y a Bogdan a la distancia.
–Hola.–dijo Zel con alegría.
–Hola.–murmuré.
Salude a Bogdan con un apretón de manos y a Klaus con un asentimiento de cabeza, me gire cuando la camioneta de Theo se detuvo detrás de nosotros.
–¡Ellie!
Me puse de rodillas para recibir a Kai que corrió hasta mí envolviendome con sus brazos.
–Hola mi niña.–le sonreí– ¿Cómo estás?
–Bien, Dan a dicho que nos iremos de vacaciones.–dijo feliz.
Levanté mi mirada a Dante que nos observaba con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón.
–¿Estás felíz?–le acune las mejillas.
Asintió con energía.
–¡Iremos a Alemania Ellie! ¿Tú conoces Alemania?–me cuestión.
–No, pero ellos si.–señale a Zel y Bogdan.
Sus ojos color avellana se encargaron de escanearlos hasta que detuvo su mirada en Klaus.
–¡Señor Klaus!–dijo con alegría.
–Hola pequeña.–la saludo con calidez.
–¿Vendrás con nosotros?–regreso su atención a mí.
Abrí la boca pero la cerré negando.
–¿Por qué?–hizo morritos.
–No puedo Kai pero iré a verlos.
Su rostro se entristeció y el corazón me dolió.
–¡Venga Kai! Vamos a ver el avión por dentro.–dijo Klaus.
Asintió yendo con él perdiéndose dentro del jet, tome la mano de Dan levantándome del piso para después envolverme entre sus brazos sintiendo la calidez de inmediato.
–Se que pronto serán las festividades y todo eso pero...
–Esta bien Elina.–me tranquilizó.
Puse mi lengua en mi paladar tratando de evitar llorar.
–Lo siento Dan.–la voz se me cortó.
Negó besando mi frente.
–Estaremos bien y tú irás cada vez que puedas, podremos sobrellevarlo.–dijo alentador.
Escondí mi rostro en su pecho sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas, Dan me apretó contra su cuerpo con fuerza.
–Si sigues llorando no podré irme Ellie.–murmuró.
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Dulce Infierno ©
ChickLitElina Archer está resignada a pasar el resto de su vida con el hombre culpable de la muerte de sus padres y el infierno en la que está obligada a vivir o eso fue lo que pensó hasta que ocurrió lo que ella llamaba "un milagro". La venganza es un plat...