13 de enero 2015.
Elina.
En la isla de la cocina había dos arreglos de flores uno por parte de Eric pidiéndome disculpas por como se había comportado, era el sexto arreglo que recibía en cambio el otro ramo era para Kara que intentaba ocultar quien era el remitente.
–¿Algo que deba saber?–cuestiono sentada en la barra.
Negué rompiendo la nota como todas las veces anteriores, sin ni siquiera leer lo que estaba escrito.
–¿Algo que deba saber?–repetí su pregunta señalando el arreglo.
Sus mejillas se enrojecieron luciendo tierna, la mire con interés.
–Son de Ethan.–dijo a penas audible.
Formé una o con mi boca por la sorpresa, había estado tan absorta en mi mundo que no me enteraba de lo que pasaba en mi alrededor.
–Se que tal vez sea poco ético porque es mi guardaespaldas y...
–Como le dije a Zel, el amor llega con quién y cuándo menos lo esperas.–sonreí feliz por ella– me alegra que estés saliendo con alguien como Ethan.
–Solo estamos conociéndonos.–la timidez se adueñó de su voz.
Me acerque a ella tomando sus manos entre las mías.
–Así comienza todo.–la anime.
Me envolvió en sus brazos sintiendo la calidez del abrazo, cerré los ojos disfrutando de eso.
–Andando, no quiero llegar tarde a la fiesta de cumpleaños de Eric.–dije fastidiada.
Tome mis cosas asegurándome de llevar lo que necesitaba antes de entrar al ascensor que al cerrarse me hizo analizar mi ropa, llevaba usando blusas con mangas para que no se notarán los hematomas que se habían formado en mis hombros, aunque ya pasaban casi desapercibido.
Rob nos abrió la puerta del edificio con aquella sonrisa tan amable que lo caracterizaba, Theo me entrego las llaves de mi coche antes de ir con su hermano a la camioneta, el peso del collar en mi cuello me comenzaba a incomodar como el diamante que adornaba mi dedo.
–¿Estás bien?
La mire en silencio.
Extrañaba estar en Alemania.
Asentí encendiendo el coche para ponerme en marcha hacia el centro de Manhattan a la zona de rascacielos donde sería la fiesta de Eric, era una fiesta que Elle llevaba organizando desde antes de lo de Xavier, parecía que por fin las cosas entre los Cohen se habían calmado después de matar al supuesto culpable.
Detuve el coche en un edificio que lucía muy elegante por fuera y sin duda alguna lo era por dentro, Theo se encargó de llevarse mi coche al estacionamiento en tanto Kara y yo nos adentramos al edificio siguiendo de largo al ascensor donde pude reconocer a Niklaus sintiendo el pulso acelerado.
–Elina.–acaricio cada letra de mi nombre– señorita Wood.
–Señor Schwarz.–saludamos Kara y yo.
Nos saludo con un asentamiento de cabeza y le regale una pequeña sonrisa a Luka que me respondió haciendo el mismo gesto, subimos al ascensor y comencé a jugar con mis uñas distraída.
–¿Así es la forma de saludar?–dijo a mi lado.
Lo mire, ocultaba una sonrisa mirando las puertas del ascensor.
–Me parece que si señor.–entre a su juego.
Giro su rostro inclinandolo para que sintiera su aliento.
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Dulce Infierno ©
ChickLitElina Archer está resignada a pasar el resto de su vida con el hombre culpable de la muerte de sus padres y el infierno en la que está obligada a vivir o eso fue lo que pensó hasta que ocurrió lo que ella llamaba "un milagro". La venganza es un plat...