08 de octubre 2014
Elina.
La presencia de Xavier me provocaba náuseas e ira así que evitaba estar en el mismo sitio que él pasando mayor tiempo en el penthouse y solo yendo con los Cohen cuando era realmente necesario, Kara también lucía afectada por su presencia pero no había preguntado la razón, no quería abrumarla.
El día de la fiesta había llegado y solo me importaba una cosa: Klaus; se marcharia después de que terminara y yo ya lo extrañaba, odiaba sentirme así porque no sabía que era lo que él sentía por mí y tenía miedo de preguntarle para que terminara rechazandome.
–Destesto a Xavier.–mascullo Kara.
–Bienvenida al club.–suspire.
La fiesta era a lo grande, era disfrazada de un acto benéfico aunque en realidad era para lavado de dinero, se encontraban algunos empresarios y cabecillas de todo el mundo.
–¿Ya le diste una respuesta?–dijo en voz baja cambiando de tema.
Negué.
–¿Por qué?
–No encontré el momento.–me excuse.
–Aún no es tarde, dile antes de que se marche.
El resto del equipo y Xavier se esparcieron por el salón mientras yo me mantenía al lado de Eric siendo cortes con los hombres que se nos acercaban con sus mujeres que se comían con la mirada a Eric, no me importaba que lo hicieran en absoluto pero con una mirada hacia que ellas dejarán de mirarlo avergonzadas. Me tense cuando mire a Dagach acercarse con una gran sonrisa en los labios recorriendome con la mirada como sino llevará nada puesto y por primera vez en la noche odie ese vestido, inconscientemente lleve mi mano al collar que me catalogaba como la mujer de Cohen para que él lo notara.
–Eric.–le dió un apretón de manos.
–Adham.
Dirigió su mirada a mí.
–Que linda te ves está noche Elina.
Trato de tocarme pero Eric me pegó más a su cuerpo, lo agradeci.
–Quién lo diría ¿No?–dijo mirándonos.
–¿Qué?–dijo Eric entre dientes.
–Que terminarias junto con tu puta.
Eric sonrío negando con la cabeza, al volver a mirar a Adham Dagach sus ojos estaban oscuros y su sonrisa se había borrado.
–Vuelve a decir algo así y me olvidaré que somos amigos.
Dagach trago grueso y levantó las manos en forma de rendición, siguieron conversando sobre otro tema ajeno a mí para luego marcharse con sus mujeres que lo recibieron como si de un rey se tratará; Klaus llegó solo un rato después pero no venía solo venía acompañado de una mujer despampanante colgada de su brazo que me hizo dudar que tan paciente podía ser antes de explotar, puse una sonrisa encantadora en mi rostro cuando llegaron hasta nosotros.
–Schwarz, señorita.–saludo Eric.
Mire con discreción a mi alrededor buscando alguna excusa para poder huir de ahí, Eric me apretó la cadera trayendome de vuelta a la realidad.
–Señor Schwarz, señorita.–repetí el saludo de Eric.
–Eric, señorita Archer.
La mujer me repasaba con la mirada haciéndome sentir incómoda, mis ojos chocaron con los de Kara que miraba confundida a la mujer al lado de el señor Schwarz.
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Dulce Infierno ©
ChickLitElina Archer está resignada a pasar el resto de su vida con el hombre culpable de la muerte de sus padres y el infierno en la que está obligada a vivir o eso fue lo que pensó hasta que ocurrió lo que ella llamaba "un milagro". La venganza es un plat...