Capítulo 26

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22 de noviembre 2014.

Elina.

Estar con Klaus hacía que me olvidará del resto del mundo y me encantaba sentirme así pero al mismo tiempo me asustaba porque lo que me sentía por él era demasiado para mí, me daba tanto miedo la forma en que comenzaban a ser las cosas con él, podía ver algo diferente en su mirada y estaba segura que él lo notaba en la mía.

–¿Qué me estás haciendo Ellie?–murmuró mientras paseaba su nariz por mi cabello.

Guarde silencio trazando círculos en su abdomen desnudo mientras miraba como el sol iluminaba la suite a la perfección.

–Lo mismo que tú me estás haciendo a mí.–descanse mi mentón en su pecho mirándolo.

Con una sonrisa torcida me retiro los mechones rebeldes que me cubrían el rostro, bajo su mano recorriendo con las yemas de sus dedos mi columna mientras se relajaba cerrando los ojos y yo no pude evitar observarlo, lleve mi mano a su mejilla acariciándola con suavidad.

Te quiero

Aquel pensamientos fugaz hizo que el estómago se me revolviera y el corazón me latiera con fuerza, me senté en la orilla de la cama sintiendo su mirada desconcertada en mi espalda.

–Kara llegará pronto para la reunión.–me excusé– me daré una ducha.

Cuando iba hacia el baño lo mire de reojo, su expresión se había endurecido y supe que trataba de saber que era lo que había pasado.

Debajo de la ducha recargue mi frente en la pared cerrando los ojos sintiendo aún las palpitaciones de mi corazón alteradas, todo lo que estaba sintiendo por él estaba yendo de prisa y temia estrellarme en algún momento.

Pensé en Londres, la primera vez que lo ví y todas las veces que nos encontramos ahí antes de que me marchará a Italia.

Pensé en la mansión de Eric, cuando lo volví a ver sintiendo solo necesidad de tenerlo de nuevo entre mis piernas.

Pensé en la fiesta benéfica con aquella rubia, celos, primera alerta.

Pensé en la necesidad que me surgía por tenerlo siempre conmigo.

Pensé en como se llevó tan bien con mis hermanos sintiendo el corazón comprimido.

Pensé cuando comencé a sentir por él, me gustaba eso era cierto pero ahora no solo eso, estaba comenzando a enamorarme de él

Al salir del baño Klaus ya no se encontraba en la habitación, suspiré tomando un pantalón y una blusa de manga larga con cuello de tortuga, me puse los tacones y salí de la habitación mirando a Klaus con el celular pegado a la oreja mientras hablaba en voz baja.

Me dirigí a la puerta cuando llamaron encontrando a Kara con dos hombres detrás, me hice a un lado dejando que los tres pasarán en completo silencio el cuál fue interrumpió por las pisadas de Klaus que había borrado por completo al hombre cariñoso por uno autoritario.

–Señorita Wood.–la saludo.

–Señor Schwarz.

Mire a los dos hombres que se habían quedado en la entrada uno a cada lado de la puerta con los brazos delante como si estuvieran a la defensiva, Klaus me los había presentado cuando llegue está mañana.

Le sonreí a Kara que parecía nerviosa aunque ante la mirada de los demás no parecía que no lo notaban, la mire observar a uno de los dos hombres.

–¿A qué se debe está reunión?–dijo mirando a Klaus.

–Sabe que pronto se desetara una guerra para nosotros es un enemigo conocido sin embargo para Cohen no lo es, ni siquiera sabrá de quién sospechar así que sospechara de todos...

Dulce Infierno ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora