Capítulo 10

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Italia.
28 de mayo 2014.

Elina.

Habíamos llegado hace dos días a Italia dónde el resto del equipo nos esperaba, yo no lograba concentrarme pues aquel desconocido seguía en mi mente, lo había visto los días restantes que me quedaban en Londres y realmente me la había pasado genial ignorando por completo lo que era y a lo que me dedicaba, parecía un tipo muy normal pero tampoco lo sabía pues nunca habíamos hablado ni mencionado nada, ni siquiera sabía su nombre.

—Inna.–me tomaron del hombro.

Cerré los ojos un momento antes de volver a la realidad.

—Lo siento ¿Qué?–me gire para mirar a Kara.

—¿Estás bien?–su ceño estaba fruncido.

Asentí suspirando.

—Cohen nos ha llamado a todos para un reunión.

—Bien, ahora voy.–le sonreí sin ganas.

Le quite la tapadera al lápiz labial para comenzar a pintar mis labios de un rojo intenso, lo deje en su sitio cuando mis labios quedaron perfectamente pintados tomando la esmeralda en mi mano apretándola en mi puño antes de ponerla alrededor de mi cuello lista para asistir a la reunión en el piso de abajo. Camine con seguridad saludando a Marko con un asentamiento de cabeza antes de abrir las puertas de par en par mirando a Eric que encabezaba la mesa y a su izquierda se encontraba Olivia sentada en mi sitio.

—Estas en mi sitio.–dije sin moverme

—Eso pasa cuando llegas tarde, alguien te quita tu sitio.–sonrió con malicia.

—Tú lo sabes de sobra Olivia.–comence a caminar hasta Eric.

Hizo su silla hacia atrás cuando supo mis intenciones, bajo la mirada de todos tome asiento en el regazo de Cohen, nadie se inmutó además de Olivia que me miraba con odio y apretaba los puños con fuerza.

—Demos inicio a la reunión.–murmuré.

Un par de socios de Cohen me miraban mientras hablaba sobre lo que era el siguiente cargamento de droga llegando al puerto de Italia dentro de unos días, todo estaba perfectamente planeado incluso la guardia estaba comprada para no tener problemas al ingresar la mercancía al país.

—...También queríamos hablar de algo más, sabemos que uno de las cabecillas a estado echando a perder algunos de nuestros negocios.–mire de reojo a Eric– aún no sabemos quién es.

—Pero estamos trabajando en ello.–concluyo Eric que acariciaba mi cintura.

Mire a los tres socios al otro lado de la mesa con una sonrisa sin mostrar los dientes.

—Esperamos claro, que no sea ninguno de ustedes porque ya saben cómo es esto.–me mire las uñas despreocupada– la traición se paga con muerte.

—¿Acaso nos estás acusando de algo?–el turco parecía molesto.

—Por supuesto que no Mehmet aunque si lo preguntas tal vez debería tomarlo como algo sospechoso.–me levanté.

—Esto es indignante, una mujer venir a acusarnos...

—No solo soy "una mujer".–sonreí caminando en su dirección– soy la mujer.

Trago grueso cuando me puse detrás de él tomándolo de los hombros acariciando su saco y su camiseta blanca donde puse un pequeño micrófono acordé al plan.

—Pero tranquilos, el que nada debe nada teme.–me pegué a la pared mirando a Eric.

—Eso es todo, la reunión ha terminado.

Dulce Infierno ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora