Arin conducía hacia el hospital con Audrey en el asiento trasero. Ambas cantaban al mismo tiempo que la canción sonaba en el reproductor del coche, sin embargo, Arin no dejaba de pensar en su conversación con Hannah.
Tenía que hablar con Richard.
Hannah tenía razón. Si existía la posibilidad, debía ser sincera, pero no hoy. Ni mañana. Hablaría con Richard el lunes. Eso le daría algo de tiempo para pensar en como decírselo.
Dios mio, me matará.
-Mamá, tía Sam, ¿ta bien?
-Claro que si cariño. Tu tío se encargará de eso.
-Podíamos comparle algo para que se ponga contenta.
-Creo que eso es una idea estupenda cariño.
Se detuvieron en la tienda de regalos que había en el mismo hospital y Audrey eligió un precioso osito de peluche disfrazado de médico.
Cuando entraron en la habitación de Samantha, la encontraron ojeando una revista.
-¡Tia Sam!
-Hola pequeña.
-¿Te pedo abasar?
-Claro que si. Ven aquí.
Arin ayudó a su hija a subirse a la cama para que pudiesen abrazarse.
-¿Hago daño?
-Claro que no. Cuéntame que has hecho hoy.
-Hemos compado una cosa. Dáselo mamá.
Audrey le entregó la bolsa con una gran sonrisa.
-¿Un osito médico?- miró a su amiga que fingía que buscaba algo dentro de su bolso para evitar devolverle la mirada.
-¿Te gusta?- preguntó la niña.
-Me encanta preciosa. Muchas gracias.
-Te quiero mucho tía Sam.
-También yo Audrey.Samantha tenía ganas de llorar. Siempre que sostenía a la niña le daban ganas de tener una propia, pero para eso necesitaba un hombre. Por supuesto existían alternativas pero no era eso lo que quería. Ella deseaba una familia.
Arin había salido a por un café y Audrey estaba acorrucada a su lado profundamente dormida.
-¿Tienes idea de lo hermosa que estás ahora mismo?-Bruce se adentró en la habitación sin hacer ruido, tratando de no despertar a su sobrina.
-Necesito un cambio en mi vida doctor.
-¿Qué quieres decir?
-Quiero enamorarme, casarme, pero sobretodo, quiero esto- acarició la mejilla de Audrey y la besó en la frente.
-Tendrás eso. Puedes tener todo lo que desees.- se acercó a ella y le levantó la barbilla para que le mirase.- Te daré todo eso pequeña.
-No puedes. Solo me casaría por amor.
-¿Crees que no te amo?
-Creo que es la lujuria la que habla por ti.
-Entonces imagino que tendré que demostrártelo.
-¿Cómo vas a hacer eso?
-Eres una mujer muy inteligente. Hay una diferencia entre follar y hacer el amor Samantha.
-Pero tu quieres follarme.
-Y lo haré, pero nada me impedirá hacer el amor contigo.
-No puedes hablar en serio.
-Jamás he sido tan sincero.
-Tu no me amas.
-¿Estás segura de eso?
-No puedes...doctor. No puedes. No me ames.
Él se encogió de hombros.
-No es tu decisión Samantha. Son mis sentimientos los que están en juego. No puedes decirme lo que debo o no sentir, como si fuese algo en lo que tuviese elección. Si vas a sentirte mejor, me dedicaré simplemente a follarte. Voy a joderte de tal modo que borraré de tu mente todo ese miedo que pareces tenerme.
Y se marchó dejándola con el corazón a punto de salirle del pecho.
Audrey despertó justo entonces.
Si que tengo miedo y creo que sé porque.
Bruce Shepard acababa de convertirse en el primer hombre que podría romperle el corazón.
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Segundas oportunidades (Serie Love 03)
RomanceArin y Richard Ella escapó una vez, tras mentirle. Tras la mejor noche de su vida. Nunca pudo olvidarle. Nunca dejó de amarle. Él busca vengarse . No hay día sin que su mente viaje hasta aquella noche. Lástima que el destino tiene otros planes...