Capitulo 25

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Richard se metió en la ducha tal y como llegó a su casa.

Había ido a dar un paseo tratando de calmarse pero seguía tenso, cabreado y jodidamente excitado.

Ella le había dicho cuando se conocieron aquella noche que no bailaba sobre la barra, que era un desastre. No le había parecido un desastre exactamente. Joder, tenía la polla como una piedra. Y para colmo a ella no se le ocurría otra cosa que decirle que le quería en su interior.

Arin Shepard le mataría antes de llegar a los treinta y cinco.

¡Por Dios!
Mejor sería que ella planease esa noche juntos pronto antes de que estallase por combustión espontánea.

Por supuesto la culpa era suya tambien por ir a verla.

Debió quedarse en casa, pero no, cuando se trataba de Arin su control se evaporaba como si nada.

Y luego estaba esa niña.

Dios... Era la niña con la que había soñado, pero no podía ser... él no la había visto hasta ese día.

Trató de recordar si Bruce tenía alguna fotografía en su despacho pero no recordaba que fuese así.

Mierda, mierda.

Cogió el jabón de la estantería y echó un poco sobre sus manos para enjabonarse.

Extendió el jabón por su cuerpo, evitando la erección.

Eso era para Arin. Sería difícil pero aguantaría.

Todo su placer era para ella. Y al revés, por supuesto.

Sacudió la cabeza y trató de centrarse en lo que había estado pensando. Audrey.

Era igual de hermosa que su madre. Larga melena rubia e increíbles ojos verdes.

Bruce había acertado al decir que algún día rompería corazones.

Pensar en esa pequeña teniendo citas...

Mejor no pensarlo porque si lo hacía, si algún cabrón hijo de puta le rompía el corazón a esa niña...

Frena Richard. ¿Qué te pasa?

Pero no podía quitarse esa sensación de que debía protegerla. Era una niña. Su niña.

No es mía.

Cerró los ojos para aclararse y echó cuentas. La niña tenía casi tres años, ¿verdad?

Abrió los ojos de golpe.

¡Joder!

Segundas oportunidades (Serie Love 03) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora