Samantha terminaba justo de cenar cuando Bruce entró en la habitación.
-Doctor, ¿qué haces aquí?
-No quería ir a casa e hice un auténtico esfuerzo para no ir a matar a Richard.
-¿Arin te lo contó?
-Sí, parece que he sido el último en enterarme. ¿Ha sido entretenido mentirme en la cara?
-Realmente eres idiota. Yo no era nadie para contártelo, además, me enteré justo hoy de que se trataba de él. Mira doctor, ellos son adultos para tener sus propios secretos, su intimidad y tú no puedes juzgarles.
-No lo hago pero me mintieron. Casi tres años fingiendo que no se conocían.
-Y posiblemente lo habrían seguido haciendo de no haberse encontrado.
-Eso es lo que más me jode.
-Ellos tuvieron sus motivos para no contarte la verdad doctor, pero se han encontrado de nuevo y lo que sea que sintieron entonces no ha cambiado.
-Voy a por un café. Me quedaré contigo hasta que me calme.
-Bien, pero piensa en lo que te dije. No puedes culparla. Es lógico que ambos temiesen tu reacción.
-Sí, ya.Mierda, mierda.
¿Cómo pretendía que durmiese con él allí? Si apenas podía pensar con claridad cuando le tenía cerca y no ayudaba nada que él le contase lo que deseaba hacerle. No era de piedra.
Cuando él regresó, Samantha ya había decidido hacerse la dormida.Bruce se sentó a su lado y la cogió de la mano.
-¿Sabes nena? Tienes razón. No he sido justo pero aunque me revienta, imagino que en su lugar yo habría hecho lo mismo.
Le acarició los nudillos con el pulgar, suavemente.
-De todas formas sigo cabreado. Las cosas podían haber sido distintas. Richard dijo que se había enamorado de ella. Debería haber ido tras Arin. Yo no hubiese dejado escapar a alguien que lograse hacerme sentir de ese modo. Por eso mismo no puedo dejarte escapar. Si tras estar juntos las cosas cambian podré dejarte ir. Hasta que no sepa y comprenda todo lo que me haces sentir, debo mantenerte conmigo, porque es contigo con quien...
La puerta se abrió y entró una enfermera.
-Buenas noches doctor Shepard.
-Buenas noches Grace.
-¿Va a quedarse con ella esta noche?Di que no, por favor.
-Tengo algo que resolver antes. Avisadme si vuelve a tener pesadillas.
-Claro.
Cuando ambos se marcharon, Samantha abrió los ojos y se incorporó.
¿Conmigo es con quien qué?¿Y ahora qué?
¿Quién demonios llamaba a su puerta? Maldita sea, no estaba de humor.
Abrió de golpe y se quedó blanco. Bruce estaba al otro lado. Realmente parecía dispuesto a arrancarle la cabeza.
-Hola-murmuró.
-Hola.
-¿Quieres pasar?
-Claro.
Richard se pasó la mano por el pelo mientras su amigo entraba. Aquello no pintaba nada bien.
-¿Te apetece tomar algo?
-No. Solo vine para hablar.
-De acuerdo.
-Explícame porque.- Ahí estaba. La hora de la verdad. La conversación que llevaba temiendo desde hacía tres largos años.
-No podía contártelo. Al principio pensé que me volvería loco. No podía sacármela de la cabeza. Te lo dije. Me enamoré. Creí que se me pasaría con el tiempo. No fue así. Estaba dolido.
-¿Y ahora?
-Con el tiempo el dolor se convirtió en rabia. Estaba furioso con ella por desaparecer y conmigo por no impedirlo. Me dejó, me mintió... Maldita sea, me utilizó. Y lo odié. Odiaba esa sensación. Si insistí tanto en que me presentarás a tu hermana era porque necesitaba demostrarme a mí mismo que lo había superado, cosa que no es verdad, está demostrado que sigue afectándome tanto o más de lo que lo hacía entonces.
>>Siempre supe que Arin sería una obsesión con la que no podía lidiar. En fin, mírame. La deseo Bruce. Sé que es lo último que quieres oír porque es tu hermana pero joder, sinceramente, es la verdad.
-Eres un cabrón Richard.
-Lo sé. Todo este tiempo en lo único que podía pensar era en vengarme. Quería que ella sintiese al menos una mínima parte de lo que yo sentí, pero no puedo. Si pienso que voy a herirla...
-¿Por qué no fuiste a impedir la boda?
-Fui. Te seguí, pero fui incapaz de salir del coche. La vi entrar en la iglesia, y después salir como una mujer casada y yo me quedé allí, destrozado, viendo al amor de mi vida con otro. Recordé que me habías dicho que él era un buen tío cuando te pregunté, así que preferí irme.
-Sí. Lástima que entonces no supiese...
-Lo entiendo.
-¿Qué intenciones tienes con ella ahora?
Richard sonrió.
-Si te lo dijese posiblemente me matarías, pero me doy cuenta de que tenemos otra oportunidad y que esta vez no voy a dejar que se me escape de nuevo.
-Bien.
-¿Bien? ¿No vas a golpearme ni nada?
-No es por falta de ganas, pero tras discutir con Arin, fui al hospital a ver a Sam. Ella tiene razón al decir que es algo que debéis solucionar vosotros pero no debiste rendirte sin pelear.
-Sé que no. ¿Arin está sola ahora?
-Sí. Audrey está en casa de unas amigas.
-Mierda, ¿en qué pensabas? ¿Y si su ex va a verla de nuevo?
-Collin está fuera.
-¿Estás seguro?
-Sí, es una de las cosas que le dijo cuando fui a verla antes.
-Bien.
-Te ves más relajado.
-Yo pude haber impedido toda esta mierda Bruce. Él jamás la habría tocado.
-Lo mismo pienso yo. Cada vez que recuerdo que yo se la entregué ante el altar...
-Bruce yo... lamento no haber sido sincero.
-Todos tenemos secretos.
-¿Cuándo se lo vas a decir a Samantha, o a tu hermana?
-Mi hermana ya tiene bastante de lo que preocuparse y en cuanto a Samantha... ¿Por qué iba a hacerlo? Ella sabe que la deseo y como que hay infierno que la tendré en cuanto le dé el alta pero, por ahora, no necesita saber que compré un anillo para ella hace un año.
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Segundas oportunidades (Serie Love 03)
RomanceArin y Richard Ella escapó una vez, tras mentirle. Tras la mejor noche de su vida. Nunca pudo olvidarle. Nunca dejó de amarle. Él busca vengarse . No hay día sin que su mente viaje hasta aquella noche. Lástima que el destino tiene otros planes...