Capitulo 28

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Su teléfono sonó alrededor de las ocho y media de la mañana.

Deslizó la mano por la mesita de noche para alcanzarlo y abrió los ojos para mirar quien interrumpía su sueño.

-¿Angie?

-¿Cuándo vas a darle el alta?

-¿A quién?

-A la señorita Lewis. O como tu prefieres llamarla, nena.

-¿A que viene eso?

¿Qué ocurriría con Angie? Estaba diferente. Parecía celosa.

-Pareces muy apegado a ella- Angie estaba de los nervios. ¿Como él no se daba cuenta?

-Estoy empezando a mosquearme. Para empezar no es asunto tuyo como llamo o dejo de llamar a mis pacientes, pero para aclararte las cosas, Samantha Lewis es la mejor amiga de mi hermana.

Y es la mujer que amo.

Tampoco era necesario dar tantos detalles.

-¡Eres memo!

-¿Se puede saber qué te pasa?

-Lo que me pasa es que he descubierto que siento más cosas por ti de lo que yo creía. Me pasa que estoy celosa de Samantha y harta de estar en una relación abierta contigo. No quiero estar con nadie más que no seas tú.

Bruce estaba confuso. ¿Qué quería decir Angie exactamente? 

¿Acaso quería que lo suyo fuese exclusivo? Ni hablar. Él debía terminar con aquella relación sin sentido, porque una vez descubiertos sus sentimientos, Samantha era a la única mujer que quería en su vida.

-Angie, yo amo a Samantha. Es con ella con quien quiero compartir mi vida, con quien deseo formar una familia.

Un leve jadeo se escuchó al otro lado.

-Tu nunca quisiste eso.

-Si lo hacía, solo que necesitaba a la persona correcta a mi lado. Mira, no es así como quería terminar con nuestra relación, pero esto ya no va a más.Lo siento.

-¡Eres un hijo de puta!

Y colgó.

Si... realmente no era así como esperaba que fuesen las cosas.

Dejó el teléfono de nuevo en la mesita y se volvió hacia el otro lado de la cama al percibir un movimiento.

¿Que hacia Audrey allí, y cuando se había metido en la cama con él?

Permanecía acurrucada a su lado, envuelta en las sábanas.

Recordando lo que dijo la noche anterior, supo que sin duda debía hablar con su hermana, aunque posiblemente no fuese necesario.

Audrey no se parecía a Collin en nada. Era una copia en miniatura de Arin.

Si Richard Jones era su padre... se volvería loco.

Sin duda, saber que la mujer que amas ha tenido un hijo tuyo y todo el tiempo creyendo que era de otro. Pobre Richard.

Luego una sonrisa se formó en sus labios cuando imaginó a Samantha toda hinchada con un bebé de ambos en su interior.

Hizo una mueca al sentir como otra parte de él, también se alegraba con esa imagen.

Apartó las sábanas a un lado, dejando a la pequeña dormir un poco más.

Seguramente los siguientes días, serían...moviditos.

Segundas oportunidades (Serie Love 03) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora