Segundas oportunidades (Serie Love 03)

Capítulo 44

La noche no resultó como esperaba para nada.

Cuando se presentó en la puerta de esa enfermera que había estado acostándose con Bruce Shepard, no imaginó que acabarían en la cama.

Fue un buen polvo, desde luego. El mejor en los últimos tiempos, pero eso no le hacia olvidar el motivo por el cual se hallaba ahora mismo enredado entre las sábanas.

Cuando expuso el motivo de su visita a Angie, supuso que ella no tendría problema en echarle una mano.

No era necesario ser Einstein para comprender que tenía sentimientos por Bruce y que detestaba a Samantha con todas sus fuerzas.

Tras contarse entre ellos lo que sabían, acordaron un modo de mantener a los tortolitos separados durante el tiempo suficiente como para llevar a cabo su plan.

Por supuesto, ellos saldrían vencedores en esa ocasión.

Dos semanas después

Los tortolitos se habían ido a vivir juntos.

La rabia le consumía lentamente pero eso solo hacía que su plan ganase terreno.

Y precisamente acababa de presentarse la ocasión.

Una cosa que hay que saber sobre Samantha, es que la relación con sus padres es pésima, por eso al enterarse por un amigo que los tenía vigilados de que habían cogido un vuelo destinado hacia donde se encontraba su hijita, le iba como anillo al dedo.

Cogió su teléfono y se preparó para la actuación de su vida.

-¿Diga?

-Hola nena.

-¿Terry?- escuchó ruido de fondo y la imaginó alejándose de él, quizá para que quien estaba con ella no descubriese que estaban hablando.-¿Que ocurre? ¿Se sabe algo de mi agresor?

Estás hablando con él, nena. Que ingenua fuiste al creer que te había dejado del todo.

-No, hemos estado controlando las cámaras de los alrededores pero solo se te ve a ti metiéndote en el callejón.

Él mismo se había asegurado de entrar por uno de los restaurantes, salir por la puerta trasera que estaba justo donde ella aparcó y esconderse bajo el coche.

-¿Entonces que ocurre?

-Estoy trabajando en el aeropuerto ahora mismo, echando una mano a los de control de aduanas, y creo que acabo de ver a tus padres.

Bien, una mentira más no supondría diferencia y el jadeo que escuchó al otro lado le indicó que ella le había creído.

Durante su relación, ella le había hablado de la relación inconsistente con sus progenitores.

Estos le habían hecho la vida imposible desde niña, de modo que huyó de ellos en cuanto tuvo la oportunidad.

También le habló sobre las visitas a una psicóloga de la ciudad con la que había entablado una amistad.

Por un motivo que desconocía, guardaba una fotografía de sus padres y se la enseñó una vez.

¿Que afortunado para él, verdad?

-¿Que..que hacen aquí?

-No lo sé, nena. Creí que debías saberlo. Pensé que habíais arreglado vuestros problemas.

-No...Ellos... Oh, Dios mío. ¿Y si vienen por mí?

Oh, nena. ¿Necesitas consuelo? Ven conmigo.

-Podría retenerlos con alguna excusa y preguntarles.

-No sé, Terry...- escuchó voces de fondo, ella tratando de calmar a quien había junto a ella, sin éxito.

Primera fase...COMPLETADA.

Y colgó.

Ahora, le daría tiempo a ella para que le llamase. Por que lo haría.