Capitulo 29

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Richard atrajo hacia si a su mujer. Porque eso era Arin.
El teléfono de Arin vibró sobre la mesita de noche.
No pretendía cotillear pero algo en él le instaba a dar un vistazo.
El mensaje podia leerse aun con el teléfono bloqueado.
Collin:
Te echo de menos, nena. Se que dijiste que no pero podemos arreglarlo. Por Audrey.
Hijo de puta. Ese cabrón no usara a mi hija como excusa.

Arin despertó buscando la calidez del cuerpo de Richard.
Por primera vez en años, se permitió cierta felicidad. Por fin estaba con quien quería estar.
Con respecto a la prueba de paternidad, tenía serias dudas. Una parte de ella, quiza la más sincera, anhelaba que Audrey fuese hija de Jones.
Lo lamentaba por Collin, pero por desgracia, no era un buen padre para ella.
No dudaba que la quisiera, pero muchas veces se había mostrado frio con la pequeña.
Tal vez, en el fondo, sentia que no era su hija.
¿Es posible sentir eso?
Probablemente.

La puerta que daba a su cuarto de baño privado se abrió dejando salir una nube de vapor y a Richard.
Verle solamente con una toalla alrededor de la cintura causo estragos en su cuerpo.
La ya conocida humedad se instaló entre sus piernas.
Sintió sus pechos mas sensibles y como los pezones se endurecian bajo la atenta mirada de él.
-Temi por un momento que hubieses desaparecido otra vez. Luego recordé que estoy en tu casa.
-No voy a ir a ningún lado, Jones. Quiero estar contigo. ¿No demostré eso anoche?
-Necesito saber, Arin. Necesito saber si Audrey es mía.
-Es muy posible que asi sea.
-La siento mía. Cuando ayer la vi y me miró... la noche anterior soñé con una vida contigo y Audrey estaba en ella. Y me llamó papá. Tengo que saber. Quiero ver crecer a mi hija, formar parte de su vida. Quiero amarla como ella merece y que me quiera lo suficiente como para dejarme estar a su lado.
-Audrey te amará, cariño. Si de verdad eres su padre y aunque no sea asi. Te amará. Te lo prometo.

Después de una ducha, bajó con Richard a desayunar. Sentados en la isla de la cocina, entre besos y caricias.
Si aquella era la vida que les esperaba juntos, no podían firmar lo suficientemente rápido en la línea de puntos.
Solo la pequeña les faltaba.
Richard llamó al hospital y solicitó una prueba de ADN con carácter urgente.
Solo necesitaban una muestra de saliva de ambos y loa resultados no demorarian mucho tiempo.
-¿Puedes llevar a Audrey al hospital mañana a primera hora. Será solo un momento.
-No hay problema.
-Gracias.-estaba aliviado de que ella no pusiera impedimentos. De este modo todo era más sencillo.
-Me gustaría hacer algo con vosotras hoy. ¿Crees que a Audrey le gustaría? -Totalmente. Llamaré a Bruce y podemos ir a buscarla de camino hacia alli. Dado que no tengo coche, vamos a tener que ir en el tuyo.
-De acuerdo.
-Esta tarde tenemos el cumpleaños de una amiga de Audrey. Me gustaría muchisimo que nos acompañases.
-Entonces iré.
Cuando abrieron la puerta dispuestos a salir, un cuerpo les impidió el paso.
-¿Quien es este y que hace en mi casa, Arin? Tan rápido me olvidas que ya te follas a otro?
Richard observó como Arin abría la boca para responder a ese sujeto.
Él fue más rápido y le golpeó.
-Jamás vuelvas a hablarle asi a mi mujer. Doy por sentado que eres Collin-el muy idiota asintió.- No vuelvas. Mantente lejos, porque a la próxima te destrozo.
Cerró la puerta tras Arin y la sujetó por la cintura obligandola a seguir andando hasta su coche.
Le abrió la puerta, la cerró y se dirigió hacia el asiento del piloto.
-Ni siquiera le dediques un pensamiento. No merece ni eso.
Sorprendentemente, ella rompió a reír.
-¿Que es tan gracioso?
-No sabes el tiempo que hace que deseo hacer eso mismo. Te quiero, Jones.
El aire escapó de sus pulmones relajandole al instante.
-Y yo a ti, nena.

Segundas oportunidades (Serie Love 03) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora