Primero que nada quiero dedicarle este capítulo a todas las Zayn's girls que se animaron a decirme lo que sentían con respecto al compromiso en el capitulo anterior.. Quiero que sepan que me siento más que identificada con ustedes, me encanto que se animaran a confesar sus sentimientos en la red, para que una chica común como yo los pudiera leer. Las quiero mucho pequeñas, a todas ustedes va este capitulo... Espero les guste.
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— Zayn:
Me quedo callado ante sus palabras y evito su mirada.
Ella se pone de pie y lleva el plato vacio al fregadero, con pasos lentos y vagos. Está cansada.
Vuelve a mi lado y corre la mesa. Haciéndose espacio para sentarse en mi falda, intento cerrar mis piernas para que le sea más fácil, pero ella lo evita arrodillándose entre estas. Su mirada se encuentra con la mía, puedo ver el reconocimiento en sus ojos, sabe que me duelen sus palabras y está dispuesta a remediarlo. Me concentro en sus facciones, su bello rostro, con esos pequeños y brillosos ojos marrones, una nariz pequeña y típica de muñeca, terminando en unos labios gruesos y rosados. Sonríe con vergüenza, haciendo que sus pómulos se levanten.
- Sabes que te amo, jamás pienses lo contrario - susurra con la mirada baja, pero vuelve a concentrarse en mis ojos - te amo... - y es todo lo que necesito, que me haga saber lo que siente, para que estas inseguridades desaparezcan de mí. - per... - quiere decir y freno sus palabras, no quiero que lo diga, no quiero que se disculpe, quiero que me haga olvidar sus palabras. Levanto su rostro entre mis manos y bajo el mío para poder besar sus labios, adentro mi lengua sin permiso y ella me recibe acogedoramente.
Me pongo de pie llevándola conmigo, no dejamos de besarnos. Llevo mis manos a su trasero y la levanto del suelo, ella enriada sus piernas en mi cintura sin dejar de jugar con mi boca. Solo ella sería capaz de hacerme olvidar del mundo. No quiero dejarla ir, siento la necesidad de ella - está cansada, olvídalo - me recuerda mi subconsciente. - No estoy cansada - susurra sobre mi cuello, respondiendo a lo que creí no haber preguntado - te quiero, ahora - susurra. Sus labios succionan la piel de mi cuello, besando, mordiendo.
Acaba con mi autocontrol.
Subo las escaleras con su cuerpo enredado al mío, no es algo fácil como se muestra en las películas, pero no puedo ni quiero detenerme, ella sigue atacando mi cuello, mis labios se encuentran entreabiertos, dejando pasar aire a mi cálido cuerpo. Su espalda se pega a la puerta de su cuarto, se aparta de mí cuello y observa los resultados, sonríe para sí misma y sin desenredarse de mí, abre la puerta en una rápida maniobra.
Estamos en su cuarto.
-Siete pasos hasta la cama - me recuerdo a mí mismo y comienzo. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7. Pero cuando doy los siete aun no llego a la cama, doy un paso más pero algo traba mi pie y hace que tambalee cayendo sobre el cuerpo de Valerie, quien cayó sobre la cama. Rápidamente alzo mi cuerpo y apoyo mi peso en los brazos, que tengo a cada lado de su cuerpo, ella se acomoda debajo de mí. Nuestros ojos se encuentran, veo el cansancio en ellos. - Tengo que parar - me digo a mi mismo e intento levantarme.
- No, no... quiero que sigas - me susurra y toma mis labios una vez más, pero esta vez más bruscamente. Mis buenas intenciones de detenerme se esfuman rápidamente, y siento la necesidad de ser brusco y salvaje, de arrancar su ropa y...
Su mano en mi pecho me distrae, ella merece que sea dulce, tierno. Sonríe al observarme, no llevo camisa. - no deberías cocinar sin camisa - susurra, sus manos viajan por mis hombros y apenas rozan mi espalda cuando acaricia mi nuca, vuelve a baja y toca mi pecho. Se detiene en el tatuaje de alas, y besa en el mismo lugar en el que hay una boca roja. Cierro mis ojos ante el tacto de sus labios.