So c'mon baby be with me so happily
Suspiré y cerré la puerta. Zayn acababa de irse junto con Niall y Liam. Volví a la sala y me desparramé en el sillón junto a Louis.
—Parece... surrealista —murmuró él mirándome fugazmente, fruncí el ceño.
—¿El qué?
—Todo esto. Hace un año atrás teníamos problemas con las vestuaristas para que no nos vistieran iguales, o nos aterraba estar juntos por el capricho de "Larry", los problemas más graves eran las cosas que nos perdíamos por estar de gira, o que nos siguieran los paparazzi. —Susupiró observando el techo —Ahora tenemos a dos de nuestros amigos con el corazón roto, uno perdió un hijo, tendrá otro, planeo casarse, la banda está en juego, todo es un jodido desastre.
—Supongo que crecimos —murmuré, Louis tenía toda la razón, de peleas estupidas pasamos a problemas grandes, y aunque al parecer no lo queríamos ver, la banda pendia de un hilo. —Zayn dijo que no nos va a dejar— intenté.
—Un hijo, cambia todo Harry.
—Joder que lo sé. Pero esto no puede acabar — no, simplemente así, no, aun falta demasiado.
—Supongo que si acaba, me queda el fútbol.—murmuró. Si, pero ¿y, yo? ¿Qué voy a hacer? ¿Volver a la pasteleria?.
No contesté nada, me quedé en silencio, sopesando mis posibilidades, vamos, sé que tengo dinero, pero no es algo que prometa estabilidad por siempre. Louis se levantó y se despidió de mí, murmurando algo sobre Eleanor. No le había prestado mucha atención.
Esta mañana, Zayn llegó cansado, casi siendo arrastrado por Niall, se habían unido mucho. A fuerza logramos sacarle lo que le sucedía, fue ahí cuando nos confesó lo de Valerie. Fue un tanto shockeante eh de admitir, puesto que aunque Valerie había cortado toda comunicación con nosotros aun la consederaba una de mis mejores amigas y me dolia. Ahora la peor parte sería contárselo a Sam.
*
Me giré en la cama e impulsé mi cuerpo hacia delante para sentarme. Me sentía solo y sabía exactamente que es lo que me estaba haciendo falta. Después de la confesión de Lety, Sam volvió a Londres con ella, y después de unos días, volví a Londres también, pero era muy poco lo que nos veíamos. Todo empeoro cuando comenzó su nuevo año universitario.
Me había arraigado tanto a ella, que hasta se me hacía difícil cuando no estaba cerca, me resultaba imposible, pero debía aceptarlo. Si me hubieran dicho esto unos ocho meses atrás, realmente me habría reído con ganas, porque si bien Sam siempre me pareció una chica linda, el hecho de que fuera inteligente, y upiera bien lo que iba a decir o hacer, la hacía una chica difícil. Pero joder, que me lo hizo difícil, todo para terminar cómo un idiota enamorado.
No estaba dispuesto a seguir pasando noches sin ella, aunque ninguno estubiera mucho tiempo en una casa, la quería viviendo conmigo, no hubo mejor experiencia que las fiestas con ella, despertando en la misma cama abrazados, que fuera lo ultimo y lo primero que veía a cada día. ¡Dios! Hasta hablo como un idiota, pero es que ninguna llegá a su altura. Con ese genio difícil, sus frases inteligente y el infantilismo que se esfuerza en guardar. Sus miradas, las pocas palabras, su manera de demostrarme cuanto me quiere.
Siempre creí que salir con una fan sería divertido pero tedioso. Ya saben, ella me idolatraria y no sería una buena relación, pero ella lo cambio todo. Se mostró difícil y luego me confesó, en realidad me enteré por Lety que siempre había sido su favorito. Pero lo nuestro desde el comienzo se sintió tan real y normal, que siquiera la veía como una fan, ella era mi ídolo por decirlo de alguna forma, y realmente me molestaba a veces, encontrarme su mirada de idolatría, no quería que ella me tenga cómo un ídolo más, quiero que me ame por lo que soy, cómo persona. Y después de la primera vez que oí esas dos palabras salir de sus labios, supe que era sincera, y aunque llevaba tiempo pensando en decírselo, no quería asustarla.