— Valerie:Letty e Ian nos observaron por turnos, pero no se miraron entre ellos, solo guardaron silencio al igual que nosotras.
No estaba bien para esto. Mi día había empeorado considerablemente desde que salí del departamento de Logan.
– Vine a ver a Letty – Comentó Ian rompiendo el silencio y diciendo lo obvio.
– Y.. ¿De donde se conocen? – Inquirió Sam, me daba la espalda pero estaba segura de que entrecerraba sus ojos.
– Del taller de Teatro – Ian estaba tranquilo.
– Ya sabes, el que dirijo todos los viernes – Aclaró Letty.
– Sip, y cómo estamos en receso, vine a visitarla – Sonrió y no me gustó la forma en que lo hacia y sus ojos verdes la miraban – Por cierto.. Ya me voy.. – Nos sonrió y caminó a la puerta.
– Te acompaño – Ofrecí y sin darle chance a negarse me giré y abrí la puerta a mis espaldas. Cuando ambos salimos la cerré. – Confiesa – Exigí alzando mi barbilla ligeramente. Él me observo.
– ¿Qué cosa? – Preguntó.
– ¿Sabes que Letty tiene novio? ¿Y qué es uno de mis mejores amigos? – Cuestioné, el sonrió.
– No lo sabía, ella es linda ¿Sabes? Pero no me ve de esa forma – Murmuró.
– Espero que tú dejes de mirarla de esa forma. – comenté y asintió.
– Tranquila. – Sonreí. – Tú.. ¿Lloraste? – Desvió rápidamente el tema. Alzé aun mas mi rostro y miré a la izquierda, evitando el contacto visual.
– Yo no lloro, Doriank – Escupí.
– Claro – Acetó sin preguntar – Si quieres hablar.. ya sabes – Parecía interesado y preocupado. – Me voy, adiós – Se despidió rápidamente. Volví a entrar, Sam ya estaba lista por lo que me quedó despedirme de Letty y arrancar rumbo a casa.
– ¿Estás mejor? – Murmuró Sam, cuando ambas estábamos en la cama de la habitación de mis padres con una taza de chocolate caliente en las manos. Asentí. No le había contado de las fotos, ni de Logan. Solo del miedo que tenía a que Zayn me engañe y la culpa que sentía por besar aquélla vez a Lerman. También le hablé de la noticia de E! News. Ella solo se limitó a escucharme y aconcejarme. Había llorado antes de ver a Letty pero ahora ya no quería hacerlo. Despues de hablar un rato sobre su reciente amorio con el ruloso nos acostamos, con el sueño ganandonos en segundos.
El sábado desperté tarde, de mal humor y reacia a cualquier comentario sea bueno o malo. Sam también se había levantado tarde, pero ella se quedo un rato entre las sábanas. Estaba segura de que hablaba con Harry por el teléfono pero agradecí infinitamente que no lo hubiera mencionado.
Bajé las escaleras luego de terminar mi rutina diaria de limpieza matutina, aunque ahora se calificaría diurna. En cuanto pisé la cocina la necesidad de café me recorrió el cuerpo, últimamente había desechado los cigarrillos reemplazandolos por una taza o dos de café humeante durante el día y una infantable en la noche. Que por cierto anoche había cambiado por chocolate caliente.
El invierno se hacía cada vez más frío y me obligó a usar un pantalón de chandal, camiseta y sudadera gigante que conservaba de mi padre, unos botines de lana y cuero y mi gorro gris.
Abrigada hasta los dientes, pasé de la taza de café y llamé a un delivery por Pizza.
– Uf, con esté frío quisiera estar todo el día en la cama – Murmuró Sam bajando las escaleras a la vez que se desperezaba estirando sus brazos a ambos lados de la cabeza. Llevaba un sweater gigante bordó y leggins negras, tennis grises y un pañuelo entré los rizos al estilo de Harry del mismo color. No le dije nada, solo sonreí.