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— Valerie:
Me abrazó rodeando mi cintura con sus brazos, manteniéndome completa. En cuanto las palabras salieron de mi boca me sentí rota, como si cada frase me quebrara un poco mas. Me resultaba increíble pensar que hasta hace unas horas estábamos durmiendo juntos, siendo uno, y ahora intentando mantenernos completos y fuertes frente al otro.
No sé cuanto tiempo estuvimos así, pero cuando me soltó depositandome en la cama, me sentí vacía de repente. No me anime a apretarlo contra mi cuerpo, y lo deje ir en cuanto me recostó. Me quede allí acostada en posición fetal, llorando en silencio como estúpida y tragando la duda sobre lo que seguiría ahora.
En algún momento me quede dormida, desperté entrada la mañana, con un dolor de cabeza insoportable.
Me moví en la cama con las esperanza de hallar a Zayn a mi lado, pero solo habían sábanas revueltas. Levanté mi cuerpo con cuidado, sintiendo cada movimiento pesado y rigido, fuí al baño, me lave los dientes, arregle un poco mi ropa y baje las escaleras, no me sentía para nada bien.
Zayn no estaba en la sala, tampoco en la cocina y menos en el baño de la planta baja, revise la habitación de mis padres con la absurda idea de que podría haber pasado la noche allí, pero también estaba vacío.
Intente restarle un poco de importancia, aunque por dentro estaba que explotaba y decidí relajarme con una buena ducha de agua caliente.
Las gotas de agua caliente resbalaron por mi piel, podía sentirme segura de alguna forma, pero de un segundo a otro el vapor del agua comenzó a sofocarme, sentía que esas pequeñas gotas me ahogaban, necesitaba apartarme y respirar pero aun así no salí.
Una presión invisible se instaló en mi pecho, pujando dentro mi corazón que se resistía con cada latido, aun así la presión era mas fuerte y lograba hundirlo de a poco. Parecía querer quitarmelo por la espalda.
Casi sin poder respirar salí de la ducha, cerrando el grifo y envolviendo una toalla sobre mi cuerpo, mis piernas flaquearon, apoye mis manos sobre el frío azulejo de la pared e intente recuperar el aliento perdido, manteniendo mi cuerpo unido y erguido.
Suspiré varias veces antes de poder apartarme sin usar a la pared compo punto de apoyo, aquello a lo que me habia empeñado en llamar mareo, me habia tomado por sorpresa y habia durado algo asi como diez minutos, impidiendome alejarme de los azulejos hasta ahora. Aprete el agarre de la toalla y entre a mi cuarto, sin muchos reparos busque la ropa necesaria y me cambie. Aun era temprano para arreglarme y no me sentía bien para hacerlo ahora.
Necesitaba despejar mi mente y mantenerme alejada lo mas que pudiera de lo sucedido la noche anterior. Lo primero que se me ocurrió fue preparar lo que se supone llevaría a la fiesta de Noche Buena.
El plan era pasarlo en la casa de Londres de Zayn, Trisha había insistido que así sea a pesar de las objeciones de Zayn, esa mujer aprovechaba cuialquier oportunidad para ir a la casa de su hijo y dejarle comida para semanas.
Busque todo lo que necesitaba y me senté en la mesa, la fuente de cristal estaba limpia, por lo que comencé a colocar una capa de galletita de chocolate cuadradas. Con cuidado para que no se derrita, coloque el helado de dulce de leche con una cuchara mojada. Lo desparrame con fuerza para que arme una capa gruesa y volví a poner galletitas. Así tres veces, para cuando puse la quinta capa de galletitas, no quedaba helado suficiente, por lo que busque el potecito de crema chantilli y puse arriba en forma de copos, un poco de chocolate rayado y listo.
Terminé el postre y lo metí en el congelador rápidamente, así tomaba el frío suficiente para está noche. Deje todo en el fregadero y me llevé lo que quedaba de helado a la sala.