Cómo ya dije, cambié el nombre de rayita a Valerie, asique no se asusten ni confundan cuando lean este nombre. Ahora si, los dejó con el capítulo.
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—Valerie:
Abrí la puerta yendo a ella por puera inercia cuando llamaron a esta, parecía el clonación de un zombie, al menos así me sentía. Cuando sus ojos azules me observaron desde el otro lado de la puerta supe que estaba sacando la misma conclucion sobre mi aspecto.
Pude ver el reflejo de mis ojos enrojecidos en sus iris algo cristalizadas. Dudando pero sin perder la cordura me moví para que pudiera pasar y así lo hizo.
¿Desde cuando le abres la puerta a tu enemigo?
La rubia con el cabello recogido se sentó en el sofá de dos cuerpos cuando entró en la sala.
–¿Quieres tomar algo? – Le pregunté y sin mirarme contestó con un movimiento de cabeza – Hay cerveza, debe quedar algo de Brandy, creo que también coca-cola.
–¿Un té? – Preguntó.
–Sí, también tengo.
Había olvidado el supuesto estado en el que se encontraba y verifique la temperatura del agua antes de llevarla a calentar. Esperé a que hirviera apoyándome en la mesada, intentando prepararme para la tormenta que me aguardaba en la sala. Tenía a mi rival, esperando una taza de té. Eso, se considera cómo un viento frío, nubarrones y truenos o índice de una jodida tormenta.
¿Estoy lista para enfrentarme a ello?
Intenté calmarme, inhalando y exhalando imitando el movimiento que haría con un cigarrillo entre mis labios. Definitivamente no fumaría con ella aquí, a demás hace tiempo que no lo hacia y lo consideraba un logro personal, por lo que no lo hecharía a perder.
Vertí el agua en dos tazas con saquitos de mi té favorito, las acomodé en una bandeja con un tarro pequeño de azúcar y una tetera del mismo tamaño con leche, coloqué en un plato los cupcakes que había comprado la noche anterior a navidad, que aun se mantenían frescos. Era extraño como sentía la navidad tan lejana cuando tan solo había sido ayer.
Me senté en el sofá individual en diagonal al de ella y dejé la bandeja en la mesa de té que que nunca antes había usado. Nos miramos de soslayo en silencio mientras ella ponía leche y dos de azúcar a su té.
–Quiero saber que es lo que viniste a decir – Rompí el silencio, ella me observó con los ojos abiertos y la taza de té a unos sentimetros de sus labios. Recapacité y cambié el tono brusco que había utilizado –Realmente no entiendo que haces aquí y necesito saberlo.
Bajé mi tono de voz, pero aún así me sentía y oía a la defensiva. Ella agacho su cabeza y aclaró su garganta antes de hablar.
–Yo.. Lo siento, Valerie. – Lo dijo mirándome a los ojos, impidiendome escapar de su mirada arrepentida y sincera.
–¿Q-qu-Qué? – Tartamudeé.
–Sé cuánto lo amas, y.. – Suspiro, buscando las palabras correctas –Yo no puedo estar en el medio. Creeme que no esperé que esto sucediera – Me miró a los ojos otra vez, me sorprendió verla al borde de las lagrimas –No le haré daño a mi bebe, lo siento.
–¿Qué? ¿De verdad estás embarazada? – Ella asintió – ¿Quién me asegura que es de Zayn? – Bien, fue demasiado brusco, lo admito. Ella me dedicó una mirada dolida.
–Sí, es de él. Le daré una prueba de ADN si lo necesita. – Susurró segura. Y una persona que miente no debería estar tan segura.
–Ah. – Fue lo único que pude decir.
–Mirá, Valerie. Estoy embarazada de Zayn, pero eso no cambia que él te ame o tú lo ames a él. Yo lo amo, pero no le es suficiente y puedo vivir con ello, porqué contigo lo veo bien. Solo quiero que sepas que no me intenpondré entre ustedes, de ninguna forma –
Y ahí quedé yo, con la boca abierta, sin saber que contestar o que hacer, asimilando cada palabra que había salido de la boca de mi enemiga.
Por un momento me sentí perdida, cómo si todo lo que había planeado hubiera desaparecido. Ella estaba embarazada y no hay nada que pudiera hacer contra ello, porque quiera o no esa criatura también es parte de Zayn.
Había esperado que sea una broma, una confusión o simplemente que sea el bebe de otra persona. Pero soy mujer y aunque quisiera ignorarlo, sentía realmente que ella era sincera y lo peor es que no estoy enojada, estoy dolida.
Ya no es solo la comparación y diferencia de rostros o quién se ve mejor con Zayn. Ahora, hay un bebe, un niño de por medio, una familia que debería estar unida. Y por más idiota, egocentrica y egoísta que soñara, no podía alejar a Zayn de mí tanto como no debía alejarlo de su familia.
¡Joder! ¿Así pretendo intentar dormir?
Levanté mi cuerpo de la cama, solo un poco lo suficiente cómo para apoyar mi peso en el codo derecho y lo miré la hora en la pantalla de mi celular, una y veinticinco, sin poder siquiera cerrar los ojos.
Realmente me siento pesimo y no saber nada sobre Zayn, realmente estaba matándome. Mi cabeza duele demasiado y no puedo olvidar nunguna de las palabras que Perrie había soltado a conciencia. ¿Por qué tiene que ser tan difícil? ¿Qué mierda hice para no poder ser feliz con quien amo? Soy conscioente de que no somos la pareja ideal, pero también lo soy de cuanto lo amo y el me ama a mi.
La puerta de mi habitación se abrió y sonreí al ver quién entraba por ella, pero la sonrisa desapareció cuando vi su rostro demacrado, los ojos rojos por el llanto y el cabello despeinado de lo que suponía se habría pasado las manos, en un acto desesperado.
Me levanté completamente de la cama e intenté acercarme a él.
–No.
Me frenó con un tono seco y brusco, me aturdio dejándome estática de pie junto a la cama. Observando cada razgo y moviemiento del que suponía aun era mi novio. Pasó las manos por su cabello y miró a cualquier lado a excepción de donde me hallaba.
–Zayn. Amor, mírame – Pedí y podría jurar que vi una lágrima caer por su mejilla, cuando está se perdió en su menton me miró nuevamente, pero no a mis ojos, Quizas algún punto detrás de mi.
–Tenemos que hablar, Valerie.
Y a esto, es a lo que llamo, tormenta.
¡voten y comenten!