— Valerie:
Llegué a casa en dos horas y medía, había acordado la distancia casi a la mitad, y estoy segura de que si no fuera porque quizas aun no es momento, no habría sobrevivido a esa calzada tan resbalosa.
Entré corriendo y cerré la puerta rápidamente, subí las escaleras de dos en dos y me metí bajo las sábanas con tacos y todo. Me había congelado por viajar sin casco y con la chaqueta abierta, quitando el enojo que tenia encima ahora solo me quedaba el frío y las ganas de llorar, recordando cada mimo de Perrie.
No me dolia tanto que ella estubiera ahí, hasta podría entenderlo, me dolia realmente me lastimaba saber que el me negaba, que no solo estaba detrás de las cámaras sino también oculta en una fiesta familiar, me hiere saber y ver lo bien que se ven ellos dos como pareja, la perfecta modelo y cantante con el sexy cantante, ambos con voces gloriosas y aspectos geniales.
Y ahí llegaba yo, cómo el amor de barrio, la chica que va a la universidad con una belleza promedio, porque.. ¡Vamos! Soy la antitesis de Perrie Louise Edwards, ella es rubia y femenina con ojos claros, una dama, una "princesa".
Yo soy morena, ojos marrones, escondida bajo una capa de hielo que solo Zayn pudo derretir.
Pero además de dolor, tenia miedo. Un miedo profundo y fuerte, porqué muy dentro mío, sabia que si Zayn se iba, no me recuperaria. Porque una vez, puedo congelar mi corazón, pero por segunda vez, tardaría y doleria aun más.
Me moví entre las frazadas y las lleve hasta cubrirme la coronilla, tenia demaciado frío, evité las lágrimas y cerré con fuerza los ojos. En algún momento me dormi, pensando, trazando hipótesis que intentaban darme una esperanza.
Desperté algo aturdida, mi celular no paraba de sonar. Abrí los ojos e intente despavilarme antes de tomar el móvil y dirigirme al baño.
Aun tenia los tacones y la ropa puesta, me quite todo y me cambié por unos shorts y una sudadera larga, mis botas de casa y una chaqueta de algodón.
Bajé las escaleras con el movil y el vestido rojo en las manos, quejandome mentalmente por el dolor de pies. No volvería a usar esos tacones.
Llevé el vestido a la cocina y pese a mis ganas de quemarlo, lo tiré a la basura, a pesar de que era un regalo de Mamá, era idéntico al de la perra, no me arriesgaria a tener algo a demás de Malik en común con esa zorra.
Preparé café y lo serví, lo llevé conmigo hasta la sala y solo cuando me senté en el sofá, me digne a revisar el celular.
Tenía diez mensajes, cinco llamadas perdidas y tres mensajes de voz.
Borré las llamadas perdidas y leí los mensajes.
Mensaje uno.
< De: Logan. 01: 15 am.
Feliz navidad, espero que estes bien, donde quieras que estes. :) >
Mensaje dos.
< De: Amor. 01:20 am.
¡Volvé! Me dejaste solo con ellos. ¡No pienso salí de esté cuarto hasta que no vuelvas! >
Mensaje tres.
< De: Amor. 01:22 am.
¡Cobarde! >
Mensaje cuatro.
< De: Logan. 01: 25 am.
Papa noel paso por aquí y te dejo esto. -Foto adjunta- :) >