What doesn't kill me, makes me stronger.
Valerie:
Cerré la última maleta y respire hondo. Haciéndome a la idea. Vivo sola desde que ellos se fueron y no tan sola él último año, no quiero ir. No quiero ponerle este peso en los hombros a mis padres. Estoy bien, pero ni siquiera yo me aguanto. Las pesadillas nocturnas son horribles. Busqué las toallas y entré al baño, abrí el grifo, me tomé el tiempo de esperar un poco y luego entré en la ducha. Los recuerdos del pasado veinticinco me agolparon, ahí en la puerta de cosas-que-no-debes-recordar-por-tu-bien. Quise alejarlos, ahogarlos en el agua de la ducha, pero los malditos demonios saben nadar. Me apresuré a salir.
Las marcas que mis propias uñas dejaron en mi cuerpo en un acto de desesperación y repugnancia a mi misma, ahora se mostraban sonrosadas por él agua caliente, pasé la toalla con cuidado acabando de secarme. Ne puse los skinny que ahora me iban muy sueltos y una camisa a cuadros roja, un gorro negro en la cabeza y vans del mismo color. Estaba vestida como yo, pero la chica en el espejo, se veía tan distinta. Había bajado mucho de peso y estaba lejos de ser la Valerie de antes. Eso dolía.
Dos golpes en la puerta de mi habitación me alertaron. Vi de reojo a un Logan de ojos brillosos entrar —¿Lista?—Preguntó. Faltaban tres horas para el viaje, y no tardaríamos más que media hora como mucho para llegar al Leeds. Suspiré y asentí, se acercó y tomó la última maleta, dispuesto a cargarla. Tomé la chaqueta de cuero y me la puse para seguirlo. Estábamos a tiempo, pero había un lugar al que quería ir antes de viajar y dejar Inglaterra con todo lo que significa, detrás.
Hace un par de días, justo el veinticinco, después de mi ataque de nervios, llegó Zayn. Recuerdo haberme sentido confundida, dolida y también como una especie de fuerza interior, el estuvo conmigo como no lo estaba hace meses, me abrazó y le permití hacerlo, la verdad es que en un momento como ese lo necesitaba como nunca, pero ese día acabo y con la llegada de la noche llegó la incómoda despedida, lo deje ir sintiéndome mas vacía que antes, pero también aliviada, Zayn lo sabía, aunque eso no quitó que haya estado a punto de matar a Logan por habérselo dicho, pero al fin y al cabo, el hizo lo que debía, tomo una responsabilidad que no le correspondía y fue fuerte por mí, como todo este tiempo.
Oh, Logan.
Realmente no tenía merecido a este chico. ¿Quién en su sano juicio se queda al cuidado de una chica rota por una ruptura salvaje y la pérdida de su primer hijo? ¿Quién es capaz de ver llorar a la persona que ama por otro? Sé que el vale su peso en oro y más, y me encantaría amarlo más de lo que lo hago, pero él no se merece un jarrón roto, cuando puede buscar el amor en alguien más, no sería tan egoísta de hacer que se quede conmigo. Ese y tantos otros son los motivos de que me vaya.
Suspiré y subí al auto de Logan. Hace un par de días Zayn me había enviado un mensaje, con la dirección en la que nos debíamos encontrar para cumplir esa idea que había tenido con respecto a nuestro hijo. Uf, se sentía tan raro y doloroso decirlo así. Como toda una cobarde, no fui capaz de r, aun vestida y lista me encontré parada frente a la puerta, sin poder dar otro paso, Logan me abrazo y me llevó al sillón, susurrando que todo estaría bien, pero ahora, a horas de irme, necesitaba cerrar este punto. Reconocí la dirección en cuanto la leí por primera vez y tragué en seco sabiendo a donde me dirigía. En mi mano derecha llevaba un aerosol negro.
El camino fue silencioso, tranquilo, con logan todo era así, natural. Él me hacía sentir segura, en paz, como si todo tuviera una solución, aun cuando mas negro veía mi vida, el llegaba como un rayo de luz dispuesto a transformarlo en grises, siempre ayudándome de forma desinteresada y dándome amor del bueno, del simple nada doloroso, el amor que al principio me dio Zayn. Esos días se veían tan lejanos ahora.