Capítulo 8 - El mejor consejo

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El mejor consejo


La mayoría de las veces no conocemos cómo avanzará la situación, aunque de cualquier manera esperamos que termine bien.

Francamente al principio pensé que Jessy había sido dada en adopción y que para desgracia mía y de mi pequeña había caído en manos de esa bruja. Lo que no entra por mi cabeza y que no soy capaz de razonar ni entender es que Danny sea capaz de convivir con alguien que no soporta a nuestra pequeña, NUESTRA, porque soy su madre, ella es mía.

La imagen no se detiene como si el dolor que estoy sintiendo no importara en lo absoluto.

Él toma la niña con una mano con la otra rodea la cintura de Luisa y así avanzan hacia el auto. Si no hubiera visto las imágenes anteriores hasta hubiera creído que son una familia feliz, una familia perfecta en la que Jessy por lo menos vive con su padre y dejaría de preocuparme; la imagen parece tan encantadora que podría aparecer en algún comercial porque justo así lucen ahora pero sé que la bruja finge, ella no la ama, no lo hace.

¿Por qué Danny está con ella? Acaso no se da cuenta cómo trata a nuestra hija. No creo que sea tan ingenuo como para no saberlo.

¿Y si lo sabe y sólo lo ignora? No, no quiero pensar eso, me niego a creerlo eso me partiría el alma... aún más.

Al fin la imagen se torna borrosa y desaparece como la anterior.

Estoy enojada más que enojada estoy furiosa, llena de ira, con rabia, frustrada y como si eso fuera poco con el corazón completamente roto, destrozado y herido.

¿Qué hicimos para merecer esto o qué no hicimos para merecerlo?

Mi niña es una criatura inocente ella no merece sufrir no merece soportar tanto dolor a tan corta edad. Juro que estoy odiando a Danny en estos momentos.

¿Cómo avanzar si no sabes hacia qué dirección ir?

¿Qué hacer cuando no sabes qué hacer?

Me siento tan masoquista en este instante que presiono de nuevo el primer botón del espejo esperando ver a mi pequeña y rogar que al menos Danny la esté tratando bien. Mi anhelo es seguir viéndola, poder contemplarla, conocer sus gestos, sus gustos, todo lo que deba saber de ella... aunque esto también implique que el dolor sólo aumente.

Sigo presionando una, otra, otra y otra vez el botón; mi desesperación se eleva porque no aparece nada, la imagen continúa en un color negro detestable. Es inútil, se ha ido.

Decido cambiar y presionar el siguiente botón pero siento su presencia, él ha regresado. Está aquí. Voz de Ángel volvió.

Avanzo a la cama y me siento en el borde de la misma tratando de procesar todas las imágenes que acabo de visualizar. Estoy aquí pero mi mente está con ella.

— Tenías razón —digo luego de un rato en voz tan baja que no creo que me haya escuchado—. No estaba preparada para verla, para verlos. No debí ser tan curiosa, me duele tanto. No me hace daño el hecho de haberla visto, eso es lo único bueno, me duele ver cómo está siendo lastimada de manera emocional y muy probable físicamente. Eso es lo que más me lastima.

Lo sé, puedo notar tu dolor.

— Me encantaría poder estar con ella, abrazarla y mirarla hasta que se duerma. Jamás me cansaría. Créeme.

Lo que viste es algo que de una u otra manera debías saber, tenías que darte cuenta de lo que está pasando. ¿Recuerdas que dije que eras afortunada y que no todos tienen el privilegio que te fue dado?

Una indestructible mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora