Capítulo 5 - La Canción nunca cantada

191 11 3
                                    


La canción nunca cantada


No importa que tan grande sea tu dolor, de ninguna manera deseas ver sufrir a quien amas.

Sigo meditando en sus palabras Lugar de Espera, claro que he oído de ese lugar, ¿Quién no lo ha hecho?

Cuando estaba pequeña Llita me explicó acerca de él y siempre me causaba temor porque decía que debía portarme bien con mis padres y si no lo hacía después de ese Lugar de Espera me iría al infierno y si me portaba bien iría al cielo. Entonces, aunque me costaba mucho, trataba de portarme bien porque ¿Quién no quiere ir al cielo?

Tú, ¿Que prefieres? —Escucho la voz sacándome de mis pensamientos.

— ¿Qué prefiero de qué?

Ya sabes, ¿el cielo o el infierno? —Esa no es una pregunta que se medite tanto, todos preferimos el cielo. No le contesto lo que espera, sigo molesta por no decirme dónde se encuentra Jessy.

— A ti no te interesa.

Claro que sí. Deberías ser más amable.

— Oh, perdone usted caballero sin rostro. Lamento ser tan irrespetuosa, mire cómo son las cosas, me acabo de enterar que estoy en el Lugar de Espera y para llegar ahí hay que estar muerto, por lo tanto, yo estoy muerta. Disculpe usted a ésta mujer que recién se entera que está sin vida desde hace cinco años, le ofrezco mis más sinceras disculpas, lamento tanto haberle ofendido. Ah, y que aparte de eso acabo de ver a mi familia sufriendo, lo cual me parte el alma en pedazos y algo más importante: no saber dónde está mi pequeña, no saber qué sucedió, no conocer absolutamente nada de lo que pasa, perdone que haya olvidado mis apreciables modales en éste lugar. Es tan terrible... le pido mil disculpas. ¿Contento? —He descargado mi furia acumulada con él.

Entiendo. —Es todo lo que dice e inmediatamente me siento mal por haberme desquitado con él, no es su culpa que yo esté aquí, no debería culpar a nadie.

Las esperanzas de encontrar a mi pequeña se han reducido de un cincuenta por ciento a un cero por ciento. ¿Cómo podría recuperarla estando muerta? Todo esto es tan desagradable, tan irreal.

— De verdad lamento mis comentarios anteriores estaba furiosa y no pensé ni por un segundo lo que estaba diciendo. Lo siento.

Sigue en silencio y aunque no lo escucho sé que está presente por lo que decido seguir hablando.

—No sabes la alegría que me dio enterarme que sería mamá, esa es la noticia más agradable que alguien pueda escuchar en su vida. No importa si uno está joven o vieja el simple hecho de saber que llevas un hijo en tu vientre te hace feliz, yo tenía veintidós años cuando me enteré.

»Es una alegría que no se puede describir, es una de las pocas veces que he llorado de felicidad. Saber que contaba con el apoyo de mi familia, de mi novio Danny, todo era perfecto sabes; el destino parecía marcar que seríamos una familia grandiosa. ¡Que equivocada estaba!

Quisiera ver a Danny, saber que está bien, conocer qué ha sido de él. Justo ahora me conformaría con un abrazo de su parte y que me diga que todo saldrá bien y que podremos formar el hogar que habíamos planeado.

» Cuando nos enteramos que sería niña corrimos como locos a la tienda a buscar todo tipo de trajecitos rosados, amarillos, rojitos; zapatitos que combinaran, diademas, pulseritas, de todo, queríamos que fuera perfecto para ella.

» Danny no dejaba de trabajar para que tuviéramos todo listo cuando se nos uniera nuestra pequeña. Todos nuestros ahorros estaban destinados para ella, sólo Jessy reinaba en nuestros pensamientos, en cómo sería, cómo la vestiríamos, a quién se parecería más si a él, a mí, a mis padres o a Llita.

»Pensábamos en todo, es más, buscamos varias canciones para bebés y como era la primera vez, nos costó un poco aprenderlas pero lo hicimos; nuestro propósito era verla dormir arrullada en nuestros brazos mientras le entonábamos esas cancioncitas. Una familia feliz los tres juntos, eso queríamos ser... eso debíamos ser.

— ¿Quieres escuchar una canción de las que aprendí?

Sí. —Sabía que estaba escuchándome.

Carraspeo un poco mi garganta y comienzo a cantar:


Desde antes de nacer,

Estabas destinada para mí,

Y no sabes lo feliz,

Que me hace verte sonreír.


La vida nos dio un regalo,

Mejor del que podía imaginar,

Todo en lo que pienso eres tú,

Pues mi regalo eres tú.


No puedo imaginar una vida sin ti,

Eres mi pedacito de cielo,

Eres mi pedacito de luz,

Siempre fuiste y serás para mí.


No importa que pase el tiempo,

Mi pequeña siempre serás,

Todo lo que quiero es amarte,

Amarte hasta el final.


Mis lágrimas caen al terminar la canción nunca tuve oportunidad de cantársela. Nunca. Escucho un suspiro por parte de él como si también le conmoviera la canción o lo que le acabo de contar.

— ¿Qué he hecho durante los últimos cinco años? Hasta hace poco recuerdo haber despertado aquí.

Debes saber que el tiempo en la tierra es muy distinto al tiempo en este lugar, allá pueden ser años y aquí solamente días, minutos o viceversa, es diferente. —Ahora comprendo un poco la situación.

— ¿Hay más personas en éste lugar?

— Claro que sí. Ni pienses que eres la única.

— ¿Dónde están, puedo verlos?

— Aún no está permitido que salgas de la habitación, por los momentos no.

— Debo confesarte que no sé cómo me siento en este lugar no sabía que sentiría dolor nadie me advirtió que vería a mi familia sufrir. Todo lo que he hecho desde que llegué aquí es llorar y culparme por no poder hacer nada. Deberían cambiarle el nombre en vez de Lugar de Espera deberían llamarlo Lugar de sufrimiento. Eso es lo que he sentido aquí. Sufrimiento.

— Daré tu sugerencia al cambio de nombre. —Lo escucho sonreír y hace que una sonrisa asome en mis labios.

—Debes saber que no todo lo que pasa en este lugar es malo, quizás ahorita lo ves así pero no precisamente es como supones, puedo incluso decirte que eres afortunada, no todos tienen ese privilegio. Debo irme, prometo que pronto volveré, medita en lo que te dije y si te sientes mejor deberías ver nuevamente el espejo, como tú lo llamas, puede ayudarte a despejar dudas.

— Espera, no te vayas, no me dejes.

— Debo hacerlo, como dije, no eres la única aquí. Regresaré, tranquila. Sólo quiero decirte algo más antes de irme. Si piensas que este lugar es de sufrimiento, estás equivocada; hay otros mucho peores que no conoces.



O__o nos leemos pronto =)

Una indestructible mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora