Capítulo 30 - Presentación Formal

64 10 0
                                    

Notita: El capítulo anterior se llama Advertencias, léanlo antes de éste, sino se van a perder un poco =/ Bye.


No estoy segura si debo temer las advertencias de las notas que he recibido, lo que sé es que no quiero que dañen más a mi familia, han tenido suficiente con Jessy y con mi cuerpo en cama, como para seguir sufriendo por mis acciones.

Me dio un breve alivio no encontrar otra nota cuando salí de casa. Marcho de nuevo hacia el hospital, si las cosas se salen de control, al menos me habré despedido de mamá y veré mi cuerpo aunque sea una última vez.

Cuando llego, saludo con entusiasmo a Lucy, le confirmo que he aceptado su invitación y la visitaré al día siguiente a las nueve de la mañana.

— Doña Leslie, me hará madrugar en mi día de descanso. —Se queja riendo.

— No exageres Lucy, es más, llegaré a las ocho.

— Ni se le ocurra, a las nueve está bien. Haré sopa, le encantará.

— Súper.

En una hoja anota la dirección de su casa, me la entrega y se despide con un caluroso abrazo para seguir con su trabajo.

Busco a mamá en la sala de espera pues es el lugar donde normalmente pasa el día leyendo cuando no está con mi cuerpo, sin embargo no la visualizo ni en la sala ni por ningún otro lado. Recorro varios pasillos tratando de encontrarla pero todos mis intentos son inútiles pues no lo logro, inclusive la busqué en el pequeño comedor que está ubicado cerca del hospital, pero tampoco estaba allí.

Después de deambular por todo el hospital, me acerco a la recepcionista y le suplico con desesperación que me indique si Johanna vino a visitar a Carolina, con tono amargado afirma que no puede brindarme esa información porque es confidencial.

Con mi paciencia disminuyendo le pregunto por Lucy, quizás ella ha visto a mi madre o al menos conozca su ubicación. A regañadientes me proporciona lo que ansiaba escuchar, aunque me advierte que no debería interrumpirla porque está asistiendo al doctor Rodríguez en una cirugía y es un lugar restringido.

— Le recomiendo que espere a que una de las dos aparezca o puede aprovechar ver a algún familiar, estamos en hora de visita.

— Gracias. —Es todo lo que digo mientras rio, porque lo más probable es que mamá se encuentre en el cuarto donde está Carolina. Las notas que he recibido me han dejado un tanto distraída, inquieta y paranoica; estoy esperando que algo malo ocurra aunque simplemente no sea el caso.

Antes de subir las escaleras para ir hasta el tercer nivel, visualizo de nuevo al chico de silla de ruedas, no puedo dejar de sentir compasión y colocarme en su lugar, no es sólo el hecho de que él no pueda caminar ni hacer más que mover sus ojos de manera inquieta, va más allá, es una persona joven que pudo tener una gran vida, que seguramente ya tenía planes propios, con su esposa y con su hijo; un pequeño que no le habría sido quitado si no fuera por la condición en la que se encuentra.

Somos dos personas distintas que nos hallamos en mundos similares, nuestros cuerpos se niegan a realizar lo que antes hacían, aunque yo podría tener ventaja si regreso del coma, sin embargo para él será más difícil. De una u otra manera nuestros hijos nos han sido arrebatados, en esta él tiene la ventaja porque su hijo lo puede visitar si se lo permiten. La persona que creímos que era el amor de nuestra vida nos abandonó, en ésta considero que ninguno de los dos tiene la ventaja, pues en mi caso aunque Danny regresara, la confianza que había depositado en él ya ha desaparecido por completo, hay cosas que por más que haya amor son difíciles de superar, afrontar y olvidar.

Una indestructible mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora