Capítulo 14 - Otras historias

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Otras historias

No importa dónde estés, cómo te veas o cómo te vistas, nada de eso quitará quién eres en realidad.

¿Condiciones? ¿Quién dijo que la oportunidad tendría condiciones? Nadie nunca lo mencionó.

No les basta con una, no, ellos simple y sencillamente como si no afectaran en nada, dictan las cinco de un sólo golpe. No es la cantidad lo que me enfada, sino lo que esperan que haga con ellas.

Lograron que me ilusionara hasta el máximo, dejaron que me hiciera la idea que veré a Jessy cara a cara pero ninguno se dignó a mencionar que todo esto tendría condiciones. Ni siquiera Voz de ángel. Un mentiroso más, igual a ellos.

O tal vez... la tonta siempre fui yo.

¿Cómo esperaba tener esa oportunidad sin hacer absolutamente nada para ganarla?

Nadie dijo que tendría condiciones pero tampoco que no las tenía. «Tenemos observaciones para cada una de ellas» recuerdo con la tranquilidad que lo dijo y eso logra que hasta mis orejas enrojezcan de la furia.

Así que ellos tienen sus observaciones, pues para ser justos y no estar en desventaja, también escucharán las mías. Está de más decir que en lugar de observaciones son quejas las que oirán.

Medito en cada una de las que mencionó y cuando me siento lista para hablar digo:

— No sé a qué está pasando, ni siquiera sé si esto es real pero también tengo algo que decir respecto a sus dichosas observaciones.

— Adelante, dilas. —Por su tono, sé que está impaciente.

— Bien, comienzo. La primera indicación es que regresaré como humana y que yo elijo cómo puedo ir. ¿Correcto? Pues que bien porque no estuviera considerando esta oportunidad si me hubieran dicho que debo convertirme en un animal. No es que no me agraden, sino que todo esto ya de por sí es tan complicado, que siendo un animalito sería una misión imposible.

No dice nada con mi primera queja, ni siquiera sé si está escuchando. No me importa y continúo.

— La segunda es que nadie me reconocerá. Aquí no entiendo, cómo me dan la oportunidad de regresar a mi casa siendo una completa extraña, carece de sentido, no sería recibida ni en mi propio hogar. La idea es que Jessy me conozca no que todos me desconozcan.

— Ajá.

— Con la tercera no hay problema, si no voy como Carolina está claro que no soy ella.

De nuevo nada.

— Y con la cuarta, ¿Qué se creen? ¿Esto es un juego? Sí es así, díganmelo para divertirme porque hasta donde recuerdo no tengo más asuntos pendientes que Jessy; antes de que ese taxista desequilibrado provocara mi accidente tenía un esposo, a mis padres y estaba a punto de conocer a mi hija. Yo sí tenía una vida, es cierto que no era perfecta pero era mía y la amaba. No tengo más asuntos pendientes, solo me faltaba —y me falta— conocer a Jessy para estar completa.

— Continúa — ¿No puede crear oraciones completas o qué? ¿Me está prestando atención al menos?

— La quinta me causa mucha gracia —digo riendo porque es verdad— la anduve casi nueve meses en mi vientre y ahora tengo nueve meses para ganarme su cariño. ¡Qué coincidencia! Lo que difiere es que yo sé que ella me pertenece en cambio ella ni siquiera sabe que existo. ¿Cómo voy a lograr que Jessy me quiera? ¿Cómo voy a conseguir que pueda llegar a considerarme su madre?

Una indestructible mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora