Capítulo 12 - Decisión

166 13 4
                                    

La Decisión

Deja de buscar culpables de lo que te sucedió. Ya no hay vuelta atrás, ya pasó. La pregunta ahora es... ¿Qué harás?


¿Escuché bien? Sí, creo que lo hice. Pero nadie está preparado para esa pregunta.

Puede estarnos pasando lo peor de lo peor pero aun así esa pregunta no cruza por nuestra mente. Nadie quiere morir. Me incluyo, tampoco quiero hacerlo, al menos no sin antes decirme que podré reencarnar en alguien más.

Temía realmente darme cuenta que en verdad estaba muerta, ¡apenas 23 años! como dice mamá, empezaba a vivir; contaba con Danny, con mis padres y pronto conoceríamos a Jessy. Aún tengo muchas metas por cumplir, sueños que alcanzar y puedo asegurar que morir no estaba entre ellos. No lo era y no lo es.

No quiero morir sin antes vivir pero vivir de verdad. Me faltan tantas cosas por hacer, por crear, por compartir. ¡Ni la vida misma me ajustaría!

Quiero seguir siendo Carolina, no otra persona pero admito que haría todo lo necesario desde renunciar a mis sueños hasta aceptar la idea de la muerte si todo esto da como resultado que pueda ver a Jessy y a mis padres felices.

— Contesta. Me incita la voz de manera impaciente ya que no he logrado dar una respuesta concreta a lo que me ha preguntado. Y sigo sin poder hacerlo.

— ¿A qué te refieres con eso? — Pregunto intentando que aclare un poco más la situación.

Sabes muy bien lo que te estoy diciendo.

— ¿Por qué tengo que decidir sobre eso? ¿Por qué debo elegir?

Se escucha su risa ronca por toda la habitación.

— Porque al final es lo que sucede. Todos mueren. Sólo estoy ahorrándote unos cuantos años de sufrimiento.

— Pero no estoy sufriendo.

— ¿Segura?

— Sí —respondo pero ni yo misma me lo creí, estoy sufriendo mucho.

— Bueno Carolina —por primera vez él menciona mi nombre, esto no pinta nada bien—, te refrescaré la memoria porque creo que no has captado aun lo que pasa.

» Escúchame muy bien, abre tus oídos aunque sea por última vez en tu vida:

No creo que algo bueno salga de todo esto. Le presto toda mi atención, me aterra, su simple voz me da miedo.

» ¿Dices no sufrir? ¿Estás segura? ¿Tu mamá y tu papá cómo están? Él sólo intenta jugar con mis pensamientos... Ellos están bien. Los vi hace poco en el espejo de la otra habitación. Ahora que recuerdo, no, no estaban bien. Sabe que me lastima, lo está haciendo a propósito. No quiero que siga hablando.

» Llevas cinco años en coma, ¿Crees que ha sido fácil para ellos no ver ningún indicio de vida en ti? Tú dices que no estás sufriendo, pues te informo que ellos sí.

No sigas por favor, te suplico, no sigas.

— ¿Que no siga? Pero si apenas comienzo, déjame seguir hablando y escucha.

» ¿Quiénes son los que han estado contigo durante todo éste tiempo? ¿Quiénes son lo que han luchado contra todo pronóstico pensando que su hija regresará? ¿Quiénes son los que han tenido batallas con el director del hospital y varios médicos insistiendo que todavía hay esperanza, que no pueden desconectarte? ¿Quién es la que pasa día y noche en ese hospital? ¿Quién es el que trabaja todos los días, sin ningún tipo de descanso sólo para poder cubrir con tus gastos médicos?

Una indestructible mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora