La Ultima Virgen

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<<Virgen >> 

Mi mente divaga en esa palabra, aun me da risa lo que ha dicho se merece estar ahí por mentirosa, termino de darme una ducha y me voy  a dormir pero no lo logro solo pienso en ella en su aroma su cuerpo es muy distinta a todas las mujeres con las que he estado nunca he estado con una virgen pero debe ser mentira, nadie en este lugar está en esa condición, no desde que mi padre.... dejo de lado esos pensamientos y  llamo a Sean. 

 - Diga

- Sean hermano ¿Cómo estás? 

- ¿Gabo?

- Si soy Gabriel 

-Milagro, desde que acabaste el negocio de Múnich  no me había tenido noticias tuyas 

- Aún existen los milagros - respondo 

- Pasa algo - asegura  

-Sí, pasa algo, algo que no me gusta, sabes que no me gusta que me mientan

-¿Tengo que ir a tu reino? - aún se burla 

- Sí, necesito que vengas, eres el único médico en el que puedo confiar 

- Vale, iré a tu hermoso pueblo de las perversiones 

- Te encantan estas perversiones, pero ese no es el punto, necesito que vengas mañana mismo 

- Sí, creo que puedo ¿ Por qué la urgencia? 

- Encontré una chica, bueno me la trajeron ya sabes como es esto aquí y bueno cuando estaba apunto de tarármela, su cuerpo es caliente, pero dijo que era virgen-  se ríe

- Debe ser una broma y de muy mal gusto  

- No lo se pero le he dado el beneficio de la duda y sabes que es muy difícil que  yo haga eso, pero se ve distinta, su cara es muy fina, es tan clara, parece una muñequita de porcelana, no tiene marcas de ningún tipo, ella es hermosa 

- Te ha convencido - se burla - pero ya veré si ella dice la verdad o solo quería escapar de ti 

- Esta bien hermano y perdón por interrumpir 

- No te preocupes estaré ahi por la tarde 

- Gracias adiós

Cuelgo el teléfono y ahora si puedo dormir. 

Me estiro miro al techo la luz entra por mis enormes ventanas ya es tarde por lo que veo al menos las 12 del día estoy de mejor animo tocan la puerta. 

 - Adelante

- Señor - Veo a Silvia pasar - O debo decir Gabriel

- Señor eso es lo mejor

- Después de ayer creo que te puedo llamar como yo quiera

- Solo fue algo pasajero, no tiene que cambiar nada 

- No lo creo - responde segura  

- Si lo es no eres el tipo de mujer con el que me gustaría estar casado o vivir algo parecido tu eres mi sirvienta y ya 

- Pero ...

- Pero nada no me gustas no me interesa nada contigo, fin 

- Pero es que...

- Pero nada mejor ve y tráeme el desayuno rápido

- Si Señor 

Se va me siento en la cama hoy llegan mis hermanas tengo que ordenar que preparen algo para que se sientan bien recibidas me levanto, me quito los pantalones de la pijama me y me voy a dar una buena ducha no hay mejor cosa que sentirme fresco. Termino de darme la ducha me pongo la toalla al rededor de la cintura y salgo del baño ya esta mi desayuno en el escritorio , mi cama ya esta tendida busco en mi armario ropa interior unos vaqueros y una playera me visto , me pongo mis tenis medio me seco el cabello. Desayuno y salgo de mi habitación en el camino me encuentro con Caro. 

- Oh, Caro ¿ Ya llegó mi nana?

- Señor Estefanía no ha llegado, estoy preocupada

- Debe haberle pasado algo, ella nunca llega tarde, llama a Dalí rápido tenemos que buscarla y ver si esta bien o que ha pasado

- Si Señor

- Ah por cierto lleva algo de comer a la chica que esta en el calabozo, ya es tarde, de seguro ni ha desayunado 

- Si Señor 

Voy a mi despacho tengo que terminar mis negocios. 

Elizabeth 

Tengo frio creo que estoy sudando este lugar es feo no sé si ya amaneció escucho que abren la puerta, pero se oye muy lejos.

 - Criatura, rápido  Malco abre la puerta - es una voz femenina pronto una mano toca mi frente - Estás hirviendo en fiebre Malco ayúdame a llevarla a una de las habitaciones sino puede que se nos muera. - me toma en brazos el lugar aun es obscuro hasta que medio abro los ojos veo que hay un hermoso sol entramos a una habitación muy bonita.  

- Trae agua tibia y un trapo rápido 

- Si ya voy - dice el 

Corre para que yo viva para que yo no quiero estar aquí creo que empiezo a llorar, mi mamá está muerta, y tu estoy aquí sola y asustada. 

- No , no pequeña no llores estarás bien, te bajaré la fiebre a como de lugar eso tenlo por seguro 

- Aquí está

- Gracias ahora vete- le dice a Malco - esto te refrescará pequeña 

Pone el trapo en mi frente me siento igual nada me refresca, no me hace nada, tengo frío. 

- No te baja la fiebre  no me queda de otra  solo quiero que me ayudes a ayudarte apoya tu mano en mis hombros - trato de hacerlo me levanto con mucho esfuerzo me lleva al baño - desvístete- le hago sin titubear ella llena una tina - Ven aquí - entro a la tina esto si que me refresca me ayuda a bañarme - ¿Cuál es tu nombre ?

- Elizabeth  - contesto con dificultad 

- No hablas mucho pero no importa yo soy Caro 

- Un gusto Caro 

- Al parecer la fiebre está cediendo mi pequeña, Gabriel no debió dejarte ahí 

- ¿Así se llama? 

- Sí, el se llama Gabriel 

- Gracias 

- No las des ya sal de ahí - toma una toalla me ayuda a cubrirme - ven a acostarte  

Salgo de la tina me ayuda a salir del baño me acuesto en la enorme cama 

 - Te traeré algo para que comas 

- Gracias 

- De nada, ese es mi deber 

Se va pero ya no puedo estoy muy cansada pero al instante me quedo dormida.