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La noche paso tan lenta ha tratado no llorar y ser fuerte, pero es difícil, me he quedado aquí en el despacho, he dado vueltas, he recordado todos y cada unos de los momentos que pasé con mi madre, he recordado aquella noche.

La culpa me está matando, me duele la cabeza, escucho las risas de eso hombres, aún tengo la sensación de terror en mi ser.

- ¡Ya! - grito - por favor

Las voces se hacen más fuertes, son risas que no se acaban, veo a mi madre.

- Por favor - ruego - que se callen

La frustración comienza a apoderarse de mi, comienzo a tirar cosas, me duele la cabeza, estoy harta de escuchar estas voces, ya no puedo con esto, me duele el alma, mi mamá ya no está y por mi culpa.

Me duele.

- Por favor

Una botella se cae, ni siquiera pienso en que podría cortarme, comienzo a levantar los cristales.

- Elizabeth - es el - estás lastimandote, deja eso

Miro mis manos, sangran.

- Lo....lo lamento - me disculpo

- Tranquila, es normal

Se acerca a mí me abraza, sigo llorando sin parar.

- Ya te he dicho que no es culpa tuya

- Sí, sí es mi culpa, yo llevé a Matías a casa y mamá dijo que no hiciera

- Tú no sabías que el quería hacerte daño, haré que paguen por lo que han hecho, ahora hay que curarte

Me lleva hasta el sillón, mira mis manos.

- Eres muy torpe, no debiste hacerlo, tendremos que llevarte a un psicólogo o algo así, estás pasando por un episodio de estrés post traumático

- ¿Usted también pasa por algo así? - pregunto

El niega con la cabeza.

- No, yo no paso por algo así, mi condición es más compleja

- ¿Por qué?

- Lo mío es más complejo y ya, no podría explicarlo

- ¿Es algún trastorno?

Se queda callado y ve mis manos.

- Al parecer no hay nada grave

- Evadir las cosas no es la solución

- No tengo porqué contarte mi vida

Se levanta y me deja sola en el despacho, creo que este e un tema que no platicaremos nunca, el debe tener sus razones. 

Me acomodo en el sofá y cierro los ojos, solo deseo descansar. 

- Elizabeth, es hora que ir a enterrar a Estefanía 

Abro los ojos con dificultad, Caro me habla, a penas puedo abrir los ojos. 

- Voy Caro 

Me levanto con algo de dificultad, veo mis manos, me han curado, me siento tan torpe de solo verlas. 

Hemos sepultado a mi madre, puedo decir que aun duele, pero al menos tengo un lugar a donde ir a ver su tumba, eso el algo menos doloroso. 

Acabamos de llegar a casa, no hemos ido tan lejos a decir verdad en el castillo hay un cementerio para la familia, han puesto a mi madre ahí, ella era parte de esta familia. 

He hablado con Mildred, me ha contado sobre sus viajes, por un momento me contagia de su alegría, hace que me sienta menos triste. 

- Elizabeth, querida  ¿Me ayudarías a acomodar mis cosas? - pregunta 

La Ultima VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora