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Mi cuerpo se siente caliente, no entiendo la razón, me muevo un poco, me deshago de la playera que me cubre toda, no sé que está pasando conmigo. 

-¿ Qué pasa Elizabeth? 

- Mi Señor hace calor 

- Tranquila puedo ayudarte con ese calor 

Una de sus manos recorre mi pierna, lo único que hace es prenderme, estoy muy excitada, me acomodo, me pongo frente a el una de sus manos toma mi seno, no acaricia, me acaricia el pezón, da un ligero apretón a este, doy un respingo, mi mano derecha baja hasta mi sexo, estoy húmeda, no entiendo este calor, no entiendo lo que le está pasando a mi cuerpo pero me gusta, introduzco dos dedos en mi interior, siento un palpitar que no cesa, comienzo a tocarme, el me acerca a su cuerpo, comienza a besarme, sus besos son tan posesivos, me gusta esto, me toca de una manera tan sensual que en mi cabeza solo existe la palabra placer, no puedo pensar en nada, aparta mi mano y el continúa con lo que estaba haciendo, me acomoda, mi espalda está pegada al colchón, deja de tocarme y por alguna razón me siento vacía, se acomoda entre mis piernas, comienza a besarme el cuerpo, siento como me muerde, gimo, me besa el vientre, llega hasta mi sexo, sus manos se posan en mis pechos, los estruja, vuelvo a arquear la espalda. 

- Mi Señor 

- Gabriel, solo Gabriel 

-Gabriel - gimo 

Su lengua pasa por mi sexo un escalofrío me recorre completa, esta sensación es gloriosa. 

Me despierto no se que hora es pero sin duda alguna es muy tarde, volteo hacia la ventana, los rayos del sol me molestan un poco, ese ha sido un sueño bastante extraño, jamás había soñado así. Trato de moverme pero no puedo siento su mano recorrer mi pierna hasta llegar a mi trasero también me doy cuenta que una de sus piernas esta entre las mías, es algo de lo mas extraño, ¿porqué he soñado algo como esto?

Jamás me imaginé de esta manera, creo que ya debería levantarme de verdad, me muevo y el gruñe. 

 - Mi Señor despierte

- No Elizabeth ahora no, estoy cansado  

- Pero creo que ya es tarde debo desayunar y bañarme entre otras cosas 

- Está bien Mi Beth  pero si te bañas conmigo

Eso si que no pasará.

- Mi Señor yo bueno es que ya me se bañar sola y sería un tanto incomodo al menos para mi

- Entonces no dejaré que te levantes de esta cama

- Pero tengo cosas que hacer 

- No hay pero que valga, en realidad no me importa lo que tengas que hacer 

- Esta bien, me bañaré con usted  

Me deja levantarme y es cuando me doy cuenta que no traigo blusa me duelen un poco los senos los miro y lo que me suponía, esto no ha sido un sueño, sus dedos están marcados al igual que cada uno de sus chupetones pero ¿Cómo lo ha hecho ? ¿ Por qué no lo sentí ?  Esto debe ser un error yo, esto no me pudo haber pasado. 

 -  Veo que te has dado cuenta 

- Si, pero es que no recuerdo nada 

- Debes aprender a no tomarte cosas que estén destapadas Elizabeth ya que en tu leche, no vuelvas a cometer el mismo error

- Usted me drogó, abusó de mí 

- No, no he abusado de ti, solo tomé un poco de lo que es mío, además lo disfrutaste 

La Ultima VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora