Gabriel
Nunca he creído en los finales felices, siempre he sido una persona realista y con pocas expectativas en la felicidad, pero esta vez la vida me ha dado una gran lección, puedo decir que me encuentro asustado, no sé si esta felicidad durará para toda lo que me resta de vida.
Me mira al espejo una vez más, me siento extraño, ya no soy un niño de 20 años, sin embargo, siento una gran emoción, estos meses han sido los mejores, tengo a toda mi familia junta, Elizabeth, a mis hijos, a Effie, a Dalí, las cosas han cambiado mucho.
- Ya es tarde, deberías estar listo - dice Dalí al entrar en mi habitación
- Lo sé, es solo que estoy muy nervioso, esta es una ocasión única
- Solo es un simple aniversario de un conglomerado, no es gran cosa
- Y mi boda con Elizabeth - suelto
Me mira algo desconcertado, nadie sabe que esta noche nos vamos a casar.
- Debe ser una broma ¿No?
- No, no lo es, vamos a volver a casarnos - respondo
- ¿Por qué no me dijo nada?
- Por que es una sorpresa, aún así, sería algo agrandable para ella - digo
Él asiente, sale de mi habitación, respiro una bocanada de aire y exhalo, hoy es el día y no cualquier día, es el día en el que vuelvo a estar unido con la mujer que amo.
Salgo de la habitación y sigo hacia la habitación de Elizabeth, toco unas cuantas veces.
- Voy - dice
- No, no salgas, solo quería asegurarme de que no te arrepentiste a la mera hora
- No, no lo haría, he esperado por 10 años, no es como que quiera esperar más y mucho menos deseo arrepentirme
- Te amo - digo
- También te amo - responde
Horas más tarde
La fiesta va muy bien, la recepción es muy apacible, creo que no había disfrutado tanto una fiesta como el día de hoy, todos preguntan por Elizabeth, de pronto las luces se apagan e iluminan las escaleras, en la cima puedo ver a la mujer que amo, de la mano de su hermano, nuestros hijos, Effie, mi corazón comienza a latir, este sentimiento es completamente nuevo en mi, en ella veo mi felicidad, ella es lo que quiero para mi.
Comienza a sonar la marcha nupcial, todo el lugar está en silencio, ella no se merece menos que esto, su vestido de novia es como siempre debió ser, su sonrisa me llena, mis hijos son hermosos, Estefanía, mi pequeña niña, Cesar, Marco, Eiza, Daniel.
Mi familia, mi familia.
Elizabeth llega hasta mi, me toma la mano, ve a su hermano y él asiente, caminamos hacia la mesa principal, le ayudo a sentarse, nuestros hijos, el juez está en medio de nosotros.
La ceremonia se lleva a cabo de una manera ordenada, nos damos nuestras promesas de amor e intercambiamos anillos, firmamos el acta, nuestros testigos son Mayra y Dalí.
Todos nos aplauden, la felicidad que hay en mi al abrazarla es demasiada.
- Te amo - dice ella
- También te amo
Ella sonríe.
La música es suave, la llevo hasta el centro del salón y comenzamos a bailar, esta es una de las mejores sensaciones que hay alguien pueda tener, no hay nadie más para mi, solo ella, ella y yo.
- Gracias por ser parte de mi vida - digo
- Gracias a ti por esperar
- No fue nada, hoy puedo decir que la espera valió la pena, valió cada segundo, por que en mis brazos tengo a la mujer que amo, a la madre de mis hijos
Puedo escuchar su corazón latir, mi corazón late al mis ritmo, sus ojos denotan amor puro, la amo demasiado.
Nuestros hijos se unen al baile, todos nos aplauden, es la primera vez en mi vida que todo es real, es la primera vez en mi vida que de verdad me siento libre, no hay peso sobre mis hombros, todo es como un sueño, uno del que no quiero despertar.
La fiesta transcurre de manera pacifica, los invitados nos felicitan, nuestros hijos se divierten, nos despedimos de todos, solo somos ella y yo.
- Tal vez no deberíamos dejar a los niños - dice ella
- Tranquila, están en buenas manos
- Lo sé, pero aun así ellos deberían disfrutar de esto
- Después iremos de vacaciones familiares, estos días solo serán para nosotros, podremos darles más hermanitos - me carcajeo
Ella me mira seria.
Creo que he dicho algo fuera de lugar.
- No creo que se pueda otro más - responde
- ¿Por qué?¿Tu salud está bien? No me asustes, podemos ir a los mejores médicos
Ella relaja su gesto.
- No podría con un bebé más en mi vientre - responde
- Vale, respeto si ya no quieres más bebés, no hay problema, debemos buscar algún método anticonceptivo para cuidarnos
Ella sonríe.
- Eso será después de que nazca este bebé
Sus palabras resuenan en mi cabeza. ¿Nacer? ¿Bebé?
- Espera... ¿Estás embarazada?
Ella asiente y sonríe.
- Serás papá por sexta vez - responde - puede que séptima también, en realidad no lo sé, pero estoy feliz
- Yo también soy feliz a tu lado Elizabeth, demasiado
Nuestro viaje hacia la isla es muy tranquilo, todo está relajado, llegamos, ella está cansada, es de noche aún, ella mira las estrellas desde el balcón, le sonrío.
- Te ves aun mas hermosa así - digo
- Lo sé, la noche es la mas hermosa que he visto, las estrellas brillan en todo su esplendor
Me quedo callado y sonrío.
La vida me sonríe, más que antes y en realidad no deseo que nada cambie, las cosas que han pasado solo han servido para forjar mi personalidad, para entender las cosas, tengo arrepentimientos como cualquier otra persona, puedo decir que no soy el mismo hombre que hace 10 años, amo a mi esposa, amo a mi familia.
Y en realidad no quiero que nada cambie, mi vida está bien así, a partir de ahora solo puedo mirar hacia adelante y disfrutar de lo que la vida tiene para mi.
Hola!!!!
De nuevo, estoy muy feliz de volver a escribir un poco, sé que me tardé mucho, pero la escuela...me absorbía, aun así agradezco su espera y el tiempo que se toman para leer mi novela, gracias por su apoyo, saben que no es un adiós, sino un hasta pronto.
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La Ultima Virgen
Teen FictionElizabeth es una chica que ha vivido por 15 años dentro de un bosque, su único pasatiempo es leer, su vida es apacible y tranquila, vive con su madre, hasta que una tragedia la lleva a conocer al Rey de su nación, un hombre despiadado y sin sentido...